Porto do Molle ha pasado en poco más de cinco años de polígono fantasma a colgar el cartel de completo. El parque empresarial de Nigrán, que suma algo más de un millón de metros cuadrados y que se estrenó en pleno derrumbe económico, contaba en 2011 con apenas cuatro empresas, una en régimen de alquiler. Hoy, la situación es diametralmente opuesta: el polígono acoge a 120 compañías -algunas, líderes de su segmento a nivel mundial- con más de 900 trabajadores, dos de los viveros de start-ups más reconocidos de la comunidad -la Business Factory Auto y VíaGalicia- y la sede del Centro de Innovación Aeroespacial de Galicia (Cinae). El próximo jueves, el consorcio de la Zona Franca de Vigo, promotor del parque, adjudicará otras once parcelas que suman 41.667 m2 y dejarán la reserva de suelo destinada a uso industrial al borde del lleno.
La comercialización de parcelas se disparó en los últimos tres años, coincidiendo con la recuperación de los principales sectores productivos de la comarca. "Estamos que lo vendemos todo", bromea la delegada del consorcio, Teresa Pedrosa, que añade que la ocupación superará el 90% con las adjudicaciones previstas para la próxima semana. De los 328.000 m2 reservados para uso industrial, están ocupados ya 298.000. Quedan apenas 30.000 m2 repartidos en parcelas de pequeño tamaño que la Zona Franca está segura que también acabarán vendiéndose en los próximos meses. Y del área comercial, la mitad ya tiene dueño. "La parte que está más vacía es la tecnológica, de oficinas, la franja que continúa tras nuestros edificios [centro de negocios y aeroespacial] y rodea Delta Vigo", reconoce Pedrosa.
La tasa de ocupación de Porto do Molle demuestra que la demanda de suelo industrial en la comarca de Vigo se ha reactivado una vez superada la crisis y que el coste del terreno no es el único factor que las empresas tienen en cuenta para instalarse, ya que apenas a 25 kilómetros, pasada la frontera por Portugal, los polígonos del norte luso han tirado los precios para atraer inversiones. Pedrosa apunta que las empresas instaladas en Nigrán están muy satisfechas con su experiencia en el parque, y pone como ejemplo las ampliaciones que ya han acometido firmas como Delta Vigo, Ecoforest, Snop Estampación (FSD Group) o Marine Instruments. En la mayoría de estos casos, las compañías compraron nuevas parcelas todavía en pleno proceso de construcción de sus fábricas.
En el polígono miñorano conviven empresas de una pluralidad de sectores, desde la industria del automóvil, como Snop Estampación (fabricante de piezas metálicas de estampación que trabaja para OEM como PSA Group, Renault-Nissan y Daimler); la aeronáutica, como Delta Vigo, proveedor preferente de Airbus y la mayor empresa del sector de capital 100% gallego; las energías, como Ecoforest, fabricante de calderas de geotermia y estufas; el diseño de soluciones tecnológicas para la pesca, como Marine Instruments, el mayor fabricante del mundo de boyas satelitales para la captura de túnidos, y Triomachine, que desarrolla y produce maquinaria para la industria alimentaria; o ingenierías, como GTG Ingenieros, especializada en seguridad industrial.
Clientes
Las próximas incorporaciones al polígono que han trascendido son la textil gallega Bimba y Lola, referente en el mundo de la moda y que trasladará su sede a Nigrán tras comprar 21.000 m2; Mecanizados Atlantida, filial del grupo vigués Precisgal, y Servaci. En la parte comercial, la compañía andaluza López Real 2009 ha comprado 8.500 m2 para desarrollar un centro comercial con firmas como Burguer King, Leroy Merlin-AKI, Worten, Norauto, Decathlon y Lidl. El parque también cuenta con empresas locales de reconocido prestigio como Vilas Proyectos, especializada en proyectos de ebanistería, y que cuenta con clientes como las cadenas Dayaday (Tous), Adolfo Domínguez, Carolina Herrera, Purificación García, Javier Simorra, My God, LongChamp, El Molino o La Pepita.
