-La federación hace un informe de la sanidad por comunidades. ¿Cómo está la gallega?
-Ni en la cabeza ni en la cola; está en el medio. Comparamos a las comunidades y eso tiene un riesgo. Si coloca a 17 tortugas, alguna será la primera, pero todas irán muy despacio. Y eso es lo que pasa en España. El sistema sanitario público ha recibido un daño terrible en estos últimos años, sobre todo a partir de 2009, y eso es difícil de recuperar, pero se puede. Si hay voluntad política, en España existen los mimbres suficientes para que las cosas mejoren de forma sustancial. Hay un sector profesional más que excelente y una gran conciencia social.
-Usted es pediatra, unos especialistas que son deficitarios en Primaria¿Cuál es la solución?
-Hay muchas. La primera es que todas las plazas que tienen acreditación docente salgan a concurso, pero la dotación para formación de especialistas se hace con criterios, en gran parte, económicos. Este año se vuelven a convocar las mismas que en 2009, pero todos estos años han salido menos y ahora tardarán cuatro años en formarse. Lo sufriremos hasta 2022. Por otra parte, la formación del pediatra está muy centrada en hospitalaria; haría falta hacer más hincapié en Primaria. También es importante desarrollar más la Enfermería y la especializada en Pediatría.
