Si el lunes la borrasca "Félix" provocó un socavón de tierra y deformó las vías en Arbo provocando el corte del tráfico ferroviario entre Vigo y Ourense, ahora es el temporal "Gisele" el que dificulta las obras de reparación.

Las continuas lluvias y el complicado acceso a la zona están provocando graves problemas para subsanar los daños en la infraestructura. Tanto que la estimación inicial de 10 días previstos para estos trabajos podría incrementarse hasta finales de la semana que viene y afectar de lleno a los desplazamientos para Semana Santa entre Madrid, Barcelona, León o Ponferrada, donde los trenes rozan ya el 80% de ocupación. "Se va a intentar restablecer el paso lo antes posible. Si pudiera ser antes de 10 días mejor, si la meteorología lo impide pues igual tiene que ir un plazo más allá", concretan fuentes de Adif.

Los técnicos del servicio de mantenimiento trabajan las "24 horas en tres turnos" para tratar de minimizar los contratiempos provocados por el temporal. Por el momento se han realizado "estudios topográficos y geológicos con el fin de llegar a la mejor solución para resolver la incidencia". Tras esto, se tomó la decisión de "acometer la ejecución de un muro-escollera, formado por bloques de granito, que permita la reconstrucción paralela del terraplén afectado".

El personal que trabaja en la zona entre Arbo y Freiría comprobaron que los daños eran mucho mayor de los esperados al hundirse todo el terraplén por debajo de la vía lo que conlleva la construcción de uno nuevo y apuntalarlo. "El daño se vio agravado al producirse en una zona sin vegetación, afectada por incendios, que aumentó el efecto de escorrentía de las aguas", amplía Adif.

Lo que dificulta estas tareas además de la lluvia y la complejidad de las mismas es la dificultad de acceso a la zona. No hay carretera próxima y solo se puede acceder al punto dañado por la propia vía lo que limita el movimiento.

Renfe continuará por lo menos hasta finales de la próxima semana con el plan alternativo de transporte para los trenes afectados por la incidencia. Así, algunos convoyes realizarán parte de su recorrido por carretera, y en otros casos pueden ver modificado su itinerario. El alcalde de Vigo Abel Caballero mostró ayer su "indignación" por esta situación. "Que se haya hundido la vía de una trayecto que tiene un siglo y que haya parado la línea Vigo-Madrid es intolerable. Cuando Vigo demanda su trenes de Alta Velocidad lo que la Xunta y el Gobierno nos proporciona es esta vía que en caso de lluvias produce esta desviación del rail", aseveró el regidor.