A las once de la noche del 11 de marzo de 1963 se recibe una llamada de auxilio del 'Bree Helle' en la Comandancia de Marina. El barco holandés, cargado de madera, sufre una vía de agua y se ha escorado de manera peligrosa. Corre serio peligro de hundimiento. Se encuentra a seis millas de Cabo Silleiro. El capitán decide abandonar el buque. Él y los ocho marineros de la tripulación son recogidos por el 'Vizcaya' y ponen rumbo a Lisboa, el punto de destino de ambos. Las autoridades deciden enviar un remolcador a la zona para el rescate del barco. Pero a la una de la madrugada desisten. El mal tiempo obliga a retirarse. El 'Bree Helle' queda a la deriva.

De todo esto se enteró Eduardo Pereira, un armador vigués. Tenía en Bouzas el 'Toralla', un barco de pesca construido en 1917 y que estaba a punto de ser desguazado. Su larga vida marítima la había dedicado a la pesca de la merluza e incluso había sido utilizado como transporte en la guerra en 1918. Le quedaba poco tiempo de vida. Eduardo Pereira logró en un corto espacio de tiempo a una tripulación de nueve hombres. Al frente de la misma se encontraba Eulogio Troncoso Mariño, un patrón de Bueu. El objetivo era el rescate del barco holandés.

Llegaron a la zona a las tres y media de la madrugada. El tiempo seguía siendo muy malo. El primer intento de remolcarlo hasta Vigo fracasó. Pero no desistieron con el desafío. A las seis, tres marineros subieron al 'Bree Helle' y lograron atar los cabos. Comenzaba la travesía hasta el puerto de Bouzas. El barco tenía una vía de agua y estaba escorado. Para evitar que se hundiera, maniobraron de manera certera con el timón. Después de cuatro horas de travesía llegaron al muelle. Con gran dificultad atracaron el barco y comenzó la operación para estabilizarlo. Lo lograron. Al mismo tiempo, Ángel Lago, un experimentado 'hombre rana' vigués, realizó una inspección. Detectó algunos desperfectos en la estructura del barco, pero que no eran graves.

La autoridad judicial de la época ordenó retirar la bandera holandesa del barco y colocar la española. Comenzó la revisión oficial. El 'Bree Halle' transportaba un gran cargamento de madera de pino. Eso era lo oficial. Sin embargo, se descubrió que también llevaba piezas de nogal y caoba, lo que aumentaba sin lugar a dudas el valor de la carga. Se calculaba que superaría los treinta millones de pesetas.Quedaban por concretarse muchos detalles. Resultaba evidente que el 'Bree Helle' había sido abandonado. Por lo tanto, debería pasar a ser propiedad de Eduardo Pereira.

Se nombró una comisión judicial para hacerse cargo del asunto. Su primera decisión fue la de llevar la embarcación al muelle vigués del Comercio y apartarlo de la mirada de los curiosos. Sus propietarios holandeses y la tripulación llegaron en los días siguientes a Vigo para hacerse cargo de la carga y también del barco. Pero la gesta del 'Toralla' quedó reflejada en la historia como una de las más valientes de un grupo de marineros vigueses dedicados a la pesca, pero que habían logrado una captura grandiosa.