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Armadores piden 3.000 m2 en Bouzas para construir en tres meses la nave de rederos

A nombre de "Rederos de Vigo S.L." solicitan al Puerto una concesión por cuarenta años - Entregan también el proyecto de la instalación presupuestada en más de 500.000 euros

Armadores piden 3.000 m2 en Bouzas para construir en tres meses la nave de rederos

La nueva nave de rederos de Bouzas ya está en marcha. Las empresas del sector pesquero agrupadas con el objetivo de construir una instalación definitiva para esa actividad ya encontró la fórmula jurídica bajo la que encabezará la solicitud de concesión administrativa, paso previo a inicio de la obra. Al final sus promotores, entre cuya docena figuran mayoritariamente armadores, han constituido la Sociedad Laboral "Rederos de Vigo S.L.". Con esta denominación se estrenaron ayer al presentar en el registro de la Autoridad Portuaria la petición de ocupar durante 40 años una superficie de 3.000 m2 en el muelle de Reparaciones de Bouzas, al tiempo que entregaron el proyecto de la estructura metálica.

Ahora solo esperan que el Puerto acepte la documentación para que a partir de la aprobación por el Consejo de Administración, el nuevo centro de reparación y configuración de aparejos pueda estar listo en el plazo máximo de tres meses. Para el presidente de la Cooperativa de Armadores (Arvi), Javier Touza, quien lideró los contactos con los empresarios que acordaron construir y financiar la nueva nave, con la solicitud presentada ayer "el proyecto ya no tiene vuelta atrás". "Tenemos todo preparado para en cuanto nos aprueben la concesión administrativa iniciar sin más demora las obras", avanzó situando el plazo de ejecución en tres meses.

Touza participa en "Rederos de Vigo S.L. "como representante de su empresa armadora, un matiz que insiste en resaltar para desvincular por completo de la iniciativa a la cooperativa que preside. Los integrantes de la recién creada sociedad aportarán a partes iguales los más de 500.000 euros que costará la obra, como también contribuirán en conjunto a financiar su mantenimiento y las tasas portuarias una vez entre en funcionamiento.

El retraso que acumula la construcción de la nueva nave se debió "únicamente", incide Touza, a las cuestiones legales mencionadas. En todo caso cree que no ha sido un tiempo perdido por cuanto se aprovechó para perfeccionar el proyecto. "Para ello contamos con la participación de los propios rederos que son quienes mejor pueden indicar las necesidades. Porque de nada serviría hacer una nave que al final no sea práctica", indicó.

Como resultado de este diálogo con los trabajadores, la infraestructura proyectada por Justo Román -calificada como "una nave de redería modélica y de futuro"- destacará por la ausencia de columnas para ganar la máxima amplitud en un interior útil de 100 metros de largo por 30 de ancho y una altura libre de hasta 8 metros. Por la precisión que requiere la redería, el diseño ha tenido muy en cuenta la iluminación: la natural entrará a través de grandes lucernarios en la fachada y la cubierta mientras que la artificial procederá de potentes lámparas LED.

Fabricada con paneles metálicos para garantizar el aislamiento térmico, con este mismo objetivo las entradas laterales se han configurado de manera que impidan un aumento o descenso excesivo de temperatura en verano e invierno. Por último contará con aseos y vestuarios masculino y femenino, así como el resto de servicios y sistemas exigidos por ley, como el de contraincendios.

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