El "punto negro" con más accidentes y heridos de España, señales que limitan la velocidad a 60 kilómetros por hora (km/h) en plena autovía... Y radares, más de media decena de radares. A pesar de que la A-55 entre Vigo y Porriño tiene varios trechos en obras y es el segundo tramo con mayor concentración de cinemómetros fijos de las autovías del país, Tráfico intensifica su control con dispositivos móviles en la zona. Fuentes del colectivo de radaristas de la Guardia Civil apuntan que es frecuente instalar un radar móvil en le acceso a Vigo para vigilar los excesos de velocidad. En concreto, uno de los puntos en los que se suele ubicar es cerca de la salida de Bembrive, donde el dispositivo puede ocultarse tras las señales de tráfico.

A lo largo de los poco más de diez kilómetros de autovía que hay entre Vigo y Porriño la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene repartidos seis radares fijos, que controlan la velocidad de forma permanente y siempre en el mismo punto. Ese nivel de concentración solo lo supera la SE-30, la circunvalación de Sevilla, que en apenas 11,5 kilómetros tiene distribuidos ocho cinemómetros estables.

En toda la provincia la web de la DGT informa de la existencia de 13 radares fijos, con lo que el tramo de autovía entre Vigo y Porriño soportaría la mitad de todos los dispositivos de este tipo repartidos por todo Pontevedra, incluidos tanto los viales nacionales, como el resto de tramos de autovías y la AP-9.

Según los datos recogidos por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), cuatro de esos seis radares fijos de la A-55 sumaron en 2016 una recaudación de 1,38 millones de euros motivada por 29.259 multas. El más productivo fue el ubicado en el punto kilométrico 9,2, en el pórtico con el que se encuentran los conductores antes de tomas las curvas de Tameiga en dirección Mos. En solo un año dejó un saldo de 21.600 sanciones y su recaudación superó el millón de euros.

Otro estudio de AEA concluye que el tramo entre Vigo y Porriño soporta el "punto negro" con más siniestros y heridos del país: el situado en las curvas de Mos. Para atajar esa situación en 2015 Fomento empezó una reforma del tramo de autovía con un presupuesto de 5,98 millones. Aunque al principio el proyecto dejó avances visibles, hace meses que no se aprecia ningún cambio sobre el terreno. El ministerio asegura que las labores in situ se retomarán en breve.

El radar móvil empleado es un autovelox. Tráfico está pendiente de recibir los nuevos modelos.