La convivencia de las naves frigoríficas con los edificios de viviendas de Marqués de Valterra no ha sido fácil por el tránsito de camiones, los ruidos y la suciedad que históricamente se asociaban a la zona de Beiramar en pleno apogeo. Con su caída llegaron problemas distintos como la inseguridad, la suciedad o los desprendimientos en las naves en ruinas a los que se aspiraba a ir ganando terreno con actuaciones como la de Cordelerías Mar y la apertura del Auditorio Mar de Vigo. En el primer caso, la promotora Bouza Alta S.L. podría encontrar una salida a su proyecto residencial sin esperar tres años y medio por un nuevo PXOM a través de la ordenación provisional que Vigo quiere tener lista a finales de este año. Y clave en la recuperación del entorno será también el papel que juegue el Mar de Vigo. Tras la liquidación de la anterior concesionaria, el Concello ha anunciado que asumirá su gestión y tratará de reflotar sus cuentas dotándolo de más actividad.