El tiroteo en un piso de A Florida en el que resultó herido de bala un joven en la madrugada del jueves pudo acabar en tragedia a tenor del relato de siete de los ocho chicos que se encontraban en la vivienda cuando ocurrieron los hechos. En sus manifestaciones en el juzgado apuntaron que de no haber reducido y maniatado al presunto comprador, que sacó una pistola para llevarse la droga sin pagar, hubiera ocurrido "una tragedia", pues están convencidos de que habría seguido disparando. Precisamente el presunto agresor fue quien se negó a declarar tanto en sede policial como judicial.

El único disparo efectuado parece que fue fortuito, si bien se produjo en un forcejeo cuando quien iba a entregar la marihuana se negó, al no entregar el comprador el dinero acordado. La familia del joven, que se recupera en el Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, muestra su especial agradecimiento a dos compañeros de piso del herido, ya que aunque "no tenían nada que ver con la marihuana" y nunca antes habían visto un arma de fuego tan cerca, no lo dudaron y "se enfrentaron al agresor consiguiendo desarmarle y reducirle". Por eso, inciden, estaba maniatado, para entregárselo a la Policía.

Los agentes liberaron en la vivienda donde ocurrieron los hechos a un hombre de unos 36 años y conocido por "Pepe", que estaba maniatado a una silla, y no a "El Chapata" como por error se relató ayer, pues este último joven fue una de las víctimas del atraco.

En principio el juez de Instrucción 4, en funciones de guardia, optó el viernes por dejar a los ocho implicados libres, aunque con comparecencias quincenales, ya que se les investiga por un delito de tráfico de drogas que no causan grave daño a la salud y otro de lesiones, y no de homicidio. Al autor del disparo, no obstante, le impuso una orden de alejamiento.

Al parecer, "Pepe" habría convencido al joven herido para que actuara como intermediario de unos proveedores de droga. El intercambio de la marihuana y el dinero se fijó en el piso de los jóvenes. Pero "Pepe" llegó sin dinero y con una pistola encañonó los siete ocupantes de la vivienda para coger la mercancía. El mediador en la compraventa se encaró con él y todo apuna que se produjo entonces el forcejeo que acabó con el joven estudiante herido.

Mientras el resto de los compañeros se ocupaban del agresor, un amigo acompañó al tiroteado hasta el portal para llamar a una ambulancia. El objetivo era evitar que se relacionara el disparo con el piso en el que todavía se encontraba la marihuana. Sin embargo los agentes de la Policía Nacional que llegaron al lugar de los hechos sospecharon de la versión que les dio el herido -alegó un atraco en plena calle a tiros- y poco después localizaron el piso en el que residía. En el interior de la vivienda se encontraron al presunto agresor maniatado, la droga y la pistola; así como a otros seis amigos del herido. Todos fueron detenidos y ahora son investigados por tráfico de drogas y lesiones.