El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se da un plazo de cinco años para materializar su integración en el Campus del Mar. La Xunta firmó ayer la cesión al Estado de una parcela en la ETEA de 16.042 metros cuadrados para trasladar como muy tarde en 2023 el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Bouzas y la Unidad de Tecnología Marina ubicada en O Berbés con los buques oceanográficos Sarmiento de Gamboa y Mytilus una vez que se drague la antigua dársena de la Armada. El acuerdo al que ayer dieron luz verde en Vigo el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, suma un "socio estratégico" al proyecto del Campus del Mar con el que la Xunta y la Universidad de Vigo aspiran a convertir a Teis en "referente europeo de la investigación marina y la transferencia de conocimientos al sector privado".
"La investigación marina del futuro tendrá acento de Vigo durante el acto celebrado en Bouzas y en el que agradeció la decisión del CSIC de "sumarse a un proyecto ilusionante y permeable desde donde se producirá investigación puntera". "La ETEA se convertirá en un rico ecosistema de conocimiento en estrecho contacto con el océano, con un vecindario muy ligado al mar y con el tejido empresarial al que transferirá sus conocimientos", insistió el presidente gallego haciendo hincapié en un aspecto con el que luego también se comprometió el director del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM).
Antonio Figueras avanzó que el nuevo centro que se construirá en la ETEA será "referencia mundial desde el punto de vista de las infraestructuras, técnicas, disciplinas e innovación y estará muy conectado al mundo de la empresa. No tiene sentido que se haga ciencia que no revierta en beneficio de la sociedad", valoró antes de cifrar entre 14 y 16 millones de euros la inversión necesaria para transformar los terrenos cedidos por la Xunta en un centro tecnológico puntero. La parcela incluye suelo urbanizable y tres inmuebles cuyas fachadas deben conservarse. Necesitan alrededor de 14.000 m2 de superficie construida para ampliar sus instalaciones y sumar nuevas líneas de investigación y plantilla.
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El Ejecutivo gallego anunció en agosto del pasado año el fichaje del CSIC para reforzar el Campus del Mar. Aunque ayer no se pusieron cifras a la operación, en aquel momento la Xunta cifró en 3,39 millones el coste del alquiler con opción a compra que desembolsaría el Gobierno central para materializar un traslado que se planteó en 2003 y que se vio pospuesto de forma reiterada por la crisis y los recortes en I+D aplicados desde Madrid. La mudanza es una necesidad imperiosa desde hace tiempo. El IIM quiere tener completado el traslado para 2023 coincidiendo con la celebración de su 50 aniversario en Bouzas y el cambio les permitirá dar un salto de calidad al pasar de sus actuales 4.800 m2 a alrededor de 14.000, en función del diseño final.
El edificio de Bouzas es propiedad del CSIC pero se asienta en suelo concesionado por el Puerto, por lo que deberá entablarse una negociación entre ambas partes para buscar una salida al inmueble que precisa de una importante remodelación. La presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, fue la que puso como horizonte el año 2023, si bien la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación se comprometió a intentar "poner un poco de velocidad a la actuación para finalizarla antes", asegurando que la participación en el proyecto y la ampliación de las instalaciones supondrán un "enorme salto adelante" para el IIM, en el que advierte "gran talento, vocación, ganas y un enorme conocimiento sobre las ciencias marinas.
Vela reconoció las "dificultades" económicas que ha atravesado la I+D+i a nivel nacional y agradeció el trabajo de los investigadores por "potenciar el sistema español de investigación durante un tiempo complejo". Pero una vez firmado el acuerdo con la Xunta desde Santiago entienden que "ya no tiene vuelta atrás" el compromiso de convertir la ETEA en referencia europea. La Xunta comprometió tres millones para la rehabilitación del Faraday y agradeció el esfuerzo de Zona Franca por recuperar el edificio Siemens.
