Todo apunta a que una transacción de marihuana la pasada madrugada en A Florida acabó con el posible vendedor herido de bala, el comprador maniatado a una silla en el piso donde iba a realizarse el intercambio de droga por dinero y ocho detenidos en la misma vivienda, incluidos el agresor y su víctima. La Policía Nacional ha intervenido además el arma, de pequeño calibre, así como diversas cantidades de estupefacientes y dinero. Los detenidos pasarán en las próximas horas a disposición judicial, si bien alguno de ellos habría solicitado ayer un habeas corpus para agilizar su presentación ante el juez. Siete de los veinteañeros arrestados son españoles y el octavo, venezolano.

Eran las 2.20 de la madrugada de ayer cuando una llamada del 112 a la Comisaría de Vigo, alertaba de que un particular había oído un disparo y podría haber algún herido en la Avenida de A Florida. Los agentes de dos coches patrulla Zeta, los primeros en llegar, se encontraron a un joven de 21 años identificado como MAC.S. a la altura del inmueble que ocupa el número 9. Estaba herido y manifestó que el disparo se lo causó otro individuo en la calle tras robarle una pequeña cantidad de dinero. No aportaba datos claros sobre su identidad, ni sobre su lugar de residencia, ni sobre lo ocurrido, por lo que se inició una investigación.

Los policías descubrieron que el chico vivía con otros amigos en la séptima planta del edificio delante de cuyo portal se encontraban, por lo que subieron a la vivienda. Llamaron a la puerta y aunque oían ruido dentro no les abría nadie. Insistieron y finalmente al abrirse la puerta se encontraron seis jóvenes alrededor de otro sentado en un silla y maniatado que se alegró enormemente de ver a los agentes. Entre los jóvenes detenidos hay antiguos conocidos de la Policía Nacional.

Todo apunta a que el joven maniatado había acudido como comprador de medio kilo de marihuana, pero decidió no pagarla y llevársela gratis, por lo que sacó una pistola de pequeño calibre. El herido se habría abalanzado entonces sobre él y el arma se disparó, incrustándosele la bala en una cadera. Los demás ocupantes de la vivienda se lanzaron sobre el agresor, lo retuvieron y lo maniataron.

El herido fue trasladado al Hospital Povisa, donde permanecía custodiado por dos policías ya que está detenido por un presunto delito de tráfico de drogas, mientras que el joven maniatado se enfrenta al mismo delito y al de tenencia ilegal de armas.

La Policía Científica realizó por la mañana una inspección ocular y fotográfica del inmueble en busca de pruebas y restos de sangre. Por la tarde, le tocó el turno a la comisión judicial. También estaba previsto iniciar el interrogatorio de los detenidos en la Comisaría.