Asociaciones de pacientes y la Sociedad Galega de Endocrinoloxía (SGENM) reclaman al Sergas que financie los nuevos sistemas de monitorización de la glucosa a todos los diabéticos que se suministran insulina varias veces al día. No solo para progresar en su calidad de vida al terminar con los numerosos pinchazos diarios, sino para un mejor control de su enfermedad que evite complicaciones. A diferencia de otras comunidades que han accedido a cubrir uno de estos sistemas, la Xunta ha decidido sumarse a un estudio propuesto por el Ministerio de Sanidad para comprobar primero su eficacia.

La Consellería de Sanidade se incorpora a este estudio conjunto de varias autonomías en el que se testará uno de los sistemas de monitorización. Se trata del flash, el más económico en la actualidad. Se lo facilitará y lo probará en niños de entre 4 y 17 años, con diabetes tipo 1 e "índices de glucemia determinados". Calculan que son 5.826 españoles, pero se desconoce a cuántos gallegos llegará. La Administración destaca que, así, antes de que se decida si se incluye o no en la cartera de servicios nacional, la comunidad lo estará financiado a una población diana.

El sistema flash, que es el que más se está recomendando a las familias por tener el coste más accesible -120 euros al mes-, consiste en un sensor adherido al brazo que se debe escanear con un dispositivo para conocer el nivel de azúcar en ese instante y los registrados en las horas previas. Ya hay tecnologías más avanzadas, de monitorización continua, que realizan lecturas cada pocos minutos y las envían automáticamente a una aplicación móvil. Además de que permiten el control de menores a distancia, su principal ventaja es que alertan cuando bajan los niveles de azúcar para evitar las hipoglucemias. La SGENM apuesta por esta modalidad y reclama su financiación. La ve "fundamental" para evitar complicaciones. Sanidade ni siquiera la incluirá en el estudio.

Por otra parte, el Álvaro Cunqueiro incorporará esta semana la máquina que permite medir la hemoglobina glicosilada con un pinchazo en vez de con una extracción de sangre.