El cuarto satélite vigués será puesto en órbita por un cohete indio o un Falcon de la compañía estadounidense SpaceX, cuyo propietario, el multimillonario Elon Musk, estrenó el nuevo modelo de lanzador a principios de este mes enviando su descapotable al espacio. La Universidad ultima la contratación con fondos europeos de la empresa internacional que actuará como intermediaria para garantizar que el Lume 1 inicia su misión a 500 kilómetros de la Tierra en el último trimestre de este año.

A falta de la entrega de alguna documentación pendiente, esta compañía, que suma 260 campañas de lanzamientos de cubesats, será la encargada de contactar con el proveedor elegido y trasladar el satélite desde el campus vigués hasta sus instalaciones de lanzamiento. Además, deberá instalar el aparato en un adaptador para su integración final en el cohete.

A día de hoy, los responsables del Lume 1 barajan dos opciones para ponerlo en órbita. Una de ellas sería a bordo del cohete indio PSLV ( Polar Satellite Launch Vehicle), cuya tecnología se estrenó en 1994 y hasta el año pasado fue responsable de enviar al espacio más de 250 satélites del país y extranjeros. La base principal para estas misiones es el Centro Espacial Satish Dhawan, en la isla de Sriharikota.

Por su parte, los Falcon 9 de SpaceX apuestan por la reutilización de parte de sus elementos para rebajar los elevadísimos costes de estos viajes. Su última misión tuvo lugar el pasado jueves, cuando uno de estos lanzadores partió de la base aérea de Vanderberg, en California, para poner en órbita a PAZ, el satélite español de observación de la Tierra.

Mientras tanto, los ingenieros vigueses desarrollan los test unitarios de los subsistemas del Lume 1, cuyo montaje empezará en unos días en la cámara limpia del campus. A partir de ahí, el cubesat deberá superar las pruebas de termovacío y vibración en un laboratorio externo todavía por decidir de Holanda o Portugal.

El Lume 1 forma parte del proyecto europeo Fire-RS, que tiene como objetivo la detección temprana de incendios forestales y en el que también participan la Universidad de Oporto y el Laboratorio de Análisis y Arquitectura de Sistemas de Toulouse, en Francia. Cuenta con una financiación de casi 2 millones de euros y combina el uso de satélites con drones y sensores infrarrojos en tierra.

El cubesat vigués tiene unas dimensiones de 20x10x10 centímetros y pesará alrededor de 2,45 kilos para orbitar a una altura de entre 500 y 650 kilómetros durante aproximadamente un año.

Su carga útil, denominada Tótem, es una evolución de los tres predecesores -XaTcobeo (2012), Humsat-D (2013) y Serpens (2015)- y permitirá las comunicaciones y el intercambio de información entre los diferentes sistemas que integran esta red de alerta.

La experiencia de la Agrupación Aeroespacial que coordina el profesor Fernando Aguado ya ha dado lugar a una spin-off, Alén Space, que también participa en el proyecto Fire-RS.

"Gracias a la aceleradora Vía Galicia nos hemos podido constituir como empresa y la misión del Lume 1 también nos permitirá demostrar la utilidad de este satélite de comunicaciones para aplicaciones comerciales", destaca el ingeniero Franco Pérez.

Con apoyo de Zona Franca y la Axencia Galega de Innovación (GAIN), los fundadores de la compañía han iniciado un proyecto de transferencia para convertir en productos la tecnología desarrollada en la Universidad. "Todos recibimos ofertas para marcharnos pero decidimos quedarnos y apostar por trabajar en temas aeroespaciales desde Galicia. Y nos interesa mucho mantener sinergias con la Universidad y tener acceso a los estudiantes de Telecomunicación y Aeronáutica porque son futuros integrantes de nuestro equipo", añade.

La contratación de la empresa que planificará la campaña de lanzamiento del Lume 1 se realizará por un máximo de 181.500 euros con cargo a los fondos europeos Sudoe Interreg. El satélite tendrá que partir hacia el espacio desde una base extranjera, pero España ya da pasos para contar con su propio puerto espacial.

La empresa PLD Space, una start-up del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, cuenta con apoyo de la Comisión Europea y la ESA para el desarrollo de su propio vehículo de carga, el cohete Arion. Y su objetivo final es llegar a disponer de instalaciones en España para que pueda despegar desde aquí.

"Nos encantaría trabajar con ellos en el futuro para que los satélites diseñados en Galicia pudiesen viajar a bordo de cohetes españoles y lanzados desde nuestro país", plantea Pérez.