La futura ciudad deportiva del Celta en Mos coge forma. El Concello del municipio limítrofe a Vigo ya ha elaborado un borrador de la modificación puntual de su PXOM para que un sector de suelo urbanizable se pueda destinar a usos terciarios y dotacionales de carácter privado. Este borrador, junto con el correspondiente Documento Inicial Estratégico (DIE) ya fueron presentados ante la Consellería de Medio Ambiente para tramitar la evaluación ambiental estratégica ordinaria. La propia Xunta de Galicia decidió someter el borrador a consulta pública durante un plazo de dos meses hasta el próximo 23 de marzo. Una vez completada y aprobada la evaluación se redactará la versión definitiva del PXOM y habrá luz verde para iniciar las obras. El club sitúa el próximo año como la fecha en la que el complejo puede comenzar a funcionar, aunque todavía estará lejos de su finalización.

El ambicioso proyecto del conjunto vigués, presentado el pasado 16 de diciembre, consiste en un conjunto de edificaciones que contienen un estadio para el filial, el juvenil y un hipotético equipo femenino, con las mismas dimensiones del terreno de juego que tiene Balaídos y un aforo de entre 6.000 y 11.000 espectadores. Además, se implantarán cuatro campos de fútbol de hierba natural, también con las mismas dimensiones que el estadio municipal, tres campos de césped artificial en las mismas condiciones, dos campos de fútbol siete de hierba sintética, un campo específico para los porteros, pistas de tenis y de pádel, un pabellón cubierto, un edificio destinado para la Universidad del Deporte, otro inmueble para oficinas, una residencia para los jugadores y un centro de medicina deportiva.

Para garantizar su viabilidad económica el diseño incluye también una zona comercial que explotará el club y que le permitirá recibir un retorno económico tras la gran inversión inicial que debe realizar. El proyecto se completará con la incorporación de grandes espacios naturales para desarrollar deportes y actividades de ocio al aire libre. También se construirá un gran aparcamiento con capacidad para más de un millar de vehículos.

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Encontrar el terreno idóneo que pudiese albergar toda la infraestructura prevista no fue una tarea sencilla. El Concello de Mos partió de cuatro alternativas de localización que, poco después, redujo a tan solo dos. La primera de ellas presentaba una superficie de 60 hectáreas mientras que la segunda se iba hasta las 80. Tanto el Celta como el Ayuntamiento optaron por la de mayor tamaño al considerar que "da respuestas a las necesidades requeridas para la ciudad deportiva, comercial y el parque de ocio". El sector delimitado evita que espacios naturales protegidos y hábitats de interés comunitario se vean afectados. Además, no se encuentra en un terreno con riesgo de hundimiento ni afecta al dominio público hidráulico.

La práctica totalidad del ámbito objeto de la presente modificación puntual del PXOM está clasificado como suelo rústico y en su mayor parte es de protección forestal. Además, aunque no se localiza ningún trecho de suelo con protección patrimonial, sí aparece un elemento de carácter etnográfico correspondiente a un hórreo. También están presentes una serie de yacimientos arqueológicos localizados en las inmediaciones de la futura ciudad deportiva. La mencionada modificación afecta a suelo vacío con las únicas excepciones de un vivero de plantas y una residencia de mayores.

Más que un área deportiva

Los más de 800.000 metros cuadrados de terreno se repartirán entre las instalaciones deportivas (240.000), la zona comercial (140.000) y el área de ocio y recreo al aire libre. Xabier Ribas, arquitecto de la ciudad deportiva y director de OTIMA (Ordenación Territorial de Infraestructuras de Medioambente S.L.) ya apuntó que "la idea es reforestar y cambiar la cobertura de la zona, que actualmente tiene escaso valor ambiental". Su idea pasa por implantar especies autóctonas para conseguir un gran parque metropolitano.

La posibilidad de construir un centro comercial permitirá al Celta recuperar con el tiempo la gran inversión que tendrá que realizar para poner en marcha su complejo deportivo. Precisamente esa zona es la que presumiblemente atraerá más gente al entorno. Los estudios realizados por las partes estiman que cerca de diez millones de personas pasarán a lo largo del año por alguna de las instalaciones construidas. De ellas, más del 90% lo harán atraídas por la locomotora del centro comercial, los restaurantes o los pequeños locales. El resto irán a ver los entrenamientos y partidos de las diferentes categorías del conjunto vigués.

La llegada del Celta a Mos no solo beneficia al equipo vigués, que podrá disfrutar de una ciudad deportiva acorde a los deseos que tiene su presidente Carlos Mouriño. El propio Concello también obtendrá réditos. Entre los objetivos que recoge su modificación del PXOM destacan el fomento y la creación de empleo así como el crecimiento y diversificación de la economía local, la mejora de la conectividad y accesibilidad del municipio, la ganancia de un macroparque para la práctica de actividades al aire libre y la instalación de un gran área comercial a la que los mosenses podrán acudir sin necesidad de desplazarse con el coche a Vigo u otros lugares cercanos.

Accesibilidad

Uno de los mayores inconvenientes que apuntaban los más escépticos estaba en las malas conexiones para que los vigueses acudiesen a las nuevas instalaciones. Tanto el Ayuntamiento como el club han pensado en las posibles alternativas para llegar por carretera y han elaborado un minucioso estudio de movilidad. En él se establecen dos vías para acceder al complejo. Por un lado a través de la Avenida Clara Campoamor, para la que piden la ejecución del enlace previsto entre la propia carretera y la AG-57 para el acceso al Campus de As Lagoas-Marcosende de la Universidad al entender que acortaría el recorrido. Además, se establece la A-55 como la otra ruta para llegar a las nuevas instalaciones. A la altura de O Casal se creará un enlace que dará paso a un vial de doble sentido que servirá también para aquellas personas que desean llegar a otras zonas cercanas. Este nuevo acceso configurará una variante urbana de corto recorrido que prestará servicio a numerosos vecinos del municipio y conectará la citada autovía con la Avenida Clara Campoamor para descargar parte del tráfico que eactualmente satura el alto de Puxeiros.

En el estudio sobre el número de visitantes se estima que en el momento de más afluencia, un sábado al mediodía para la entrada y el mismo día a las ocho de la tarde para la salida, podrían confluir alrededor de 2.000 vehículos a la hora. La previsión es que lleguen o salgan hacia Vigo el 60% de los mismos y teniendo presente la repartición de tráficos, las dos vías se utilizarían en la misma proporción -unos 1.000 turismos cada una en hora punta-. Añade el documento que en el caso de Clara Campoamor es un dato asumible al no coincidir con otros tráficos importantes en la vía.

El análisis de demanda elaborado por el Concello de Mos muestra también la necesidad de reforzar el transporte público urbano, sobretodo desde el centro de Vigo, donde se prevé una mayor demanda de usuarios. El ayuntamiento limítrofe ve en la construcción de la ciudad deportiva del Celta una oportunidad "evidente" de mejorar el servicio en un corredor estratégico en el que se encuentran importantes equipamientos públicos como el Hospital Álvaro Cunqueiro o el Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares.