La financiación de los sistemas de monitorización de la glucosa no es la única reclamación que hacen desde la Anedia. Su delegación en el área viguesa pide desde algún tiempo que el Álvaro Cunqueiro incorpore una máquina disponible en la mayoría de los hospitales gallegos. La que permite medir la hemoglobina glicosilada con un pinchazo en el dedo, en vez de con una extracción de sangre.

Esta prueba se la deben hacer los menores en los controles cuatrimestrales para conocer el promedio de los niveles de glucosa y saber qué tal han controlado la diabetes. Su secretaria, Estíbaliz Grande, explica que una extracción es más problemática para un diabético, entre otras cuestiones, por las consecuencias del ayuno en unas dietas tan controladas. También supone más horas de ausencia a clase que un simple pinchazo en la consulta. Cuentan que hay tres farmacias que la realizan por 15 euros y las familias están recurriendo a ellas para evitar la extracción.

Este centenar de familias viguesas, que viven pegados a una calculadora y a una báscula desde que supieron que sus hijos sufrían diabetes, también piden al Sergas una educadora que les ayude a resolver las numerosas dudas que les surgen. Reprochan que los adultos sí disponen de ella.