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La huelga paraliza la Fiscalía, que urge una solución para evitar el colapso

► La fiscal jefe afirma que el ritmo es solo "del 20%" del trabajo y alerta de que "la cuantificación de los perjuicios está por llegar" ► Los juicios suspendidos, más de 750

La labor judicial seguía ayer paralizada a causa de la huelga de funcionarios. // Cristina Graña

En la sede de la Fiscalía de Vigo el seguimiento de la huelga por parte de los funcionarios está siendo total. "De un 100%", describe la fiscal jefe, Susana García-Baquero. De los 17 que hay, una trabajadora está de baja y los restantes han secundado el paro jornada tras jornada. Sin excepción. A diario solo acuden a las oficinas los cuatro obligados por los servicios mínimos. Por ello, igual que ocurre en los juzgados, la huelga también mantiene prácticamente paralizada la Fiscalía. Solo se hace lo urgente. Y eso apenas supone "un 20%" de la labor habitual. "Vigo es una ciudad donde se funciona relativamente bien y la situación que se está viviendo supone una ralentización importante; costará recuperar el ritmo", afirma García-Baquero. Si este escenario se prolonga, advierte, podría derivar en un "colapso" que afectaría de lleno tanto a los distintos juzgados como a la Fiscalía.

La huelga indefinida entró ayer en su noveno día. La reunión entre Xunta y sindicatos en Santiago no trajo acuerdos. Al contrario. "Avances cero", describió Julio Bouza, de SPJ-USO. Hoy se retoman las negociaciones. Lo cierto es que Vigo vivió otra jornada de parálisis, con escasos juicios y pasillos vacíos. Desde el 7 de febrero ya son más de 750 las vistas suspendidas. Muchas podrán celebrarse estos próximos meses, pero en algunas salas de lo Social las nuevas fechas se están colocando en el otoño. Y uno de estos juzgados laborales, el número 3, está señalando para el 13 de diciembre, casi a las puertas de las vacaciones navideñas. Antes no tienen huecos.

La misma parálisis que se ve en los juzgados se vive en la Fiscalía de Vigo, cuya competencia no se limita a los tribunales del partido judicial vigués, sino que se extiende también a los del resto del sur de la provincia -Porriño, Tui, Ponteareas y Redondela-. La labor, desde que arrancó el conflicto, se limita a casos urgentes, los que marca el decreto de servicios mínimos de la Xunta. ¿Qué sale desde el Ministerio Público con destino a los juzgados? "Lo que se hace y se remite es lo relativo a causas con preso, a nuestras diligencias de investigación penal ya que tienen un plazo de seis meses y se intenta también atender en la medida de lo posible los asuntos urgentes relacionados con menores", afirma la fiscal-jefe. También se resuelven otro tipo de "asuntos de urgencia", entre ellos internamientos o peticiones que llegan desde el juzgado de guardia.

¿Y al revés? ¿Qué se recibe en la Fiscalía procedente de los tribunales? La situación es la misma. Solo lo urgente. El resto está "paralizado". Y ese resto no es baladí. Es, señala Susana García-Baquero, en torno al 80% de la labor habitual. Un sinfín de expedientes -notificaciones, resoluciones, peticiones para informes, para contestar a recursos, etcétera- que llegarán en forma de avalancha una vez finalice el paro.

¿Cómo ve la Fiscalía esta situación? ¿Qué se pide en el contexto de las negociaciones entre Xunta y funcionarios? "Obviamente no es mi función pronunciarme, pero lo cierto es que es mucha la presión, ya van muchos días de huelga; la cuantificación del perjuicio está aún por llegar y es necesaria una solución", dice la fiscal jefe, que incide en que "jamás" se dio una situación así, de huelga indefinida en los juzgados y con un seguimiento "tan masivo".

Y en los juzgados más de lo mismo. Los juicios que se celebran son una excepción y se siguen suspendido muchas más diligencias. Tampoco sale apenas correo. En el Registro Civil continúan paralizados los expedientes de matrimonio y la emisión de la mayoría de certificados. El paro hasta se nota en la oficina donde se traducen las sentencias: llegan muchas menos.

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