El "efecto telepeaje" pierde fuerza en la frontera con Portugal. Tras el desplome de tráfico que sufrió la autovía A-28 -la que enlaza Galicia con Oporto y por la que transitan a diario cientos de conductores vigueses- a finales de 2010, cuando el Ejecutivo luso decidió implantar los polémicos pórticos de "telepeaje", la circulación en el vial se recupera poco a poco, pero de forma sostenida. Desde 2013, cuando tocó fondo, la A-28 ha ganado tráfico año tras año hasta acercarse a los niveles que tenía hace siete.

Los últimos datos oficiales publicados por Portugal y que se corresponden al período enero-septiembre de 2017, muestran que de media circulan cada día por la A-28 31.912 vehículos, casi 1.300 más que un año antes y bastante por encima de los 22.942 que se anotaban de media en 2013. Durante el mismo período de 2010 -antes de los "telepeajes"- la intensidad diaria era de 34.946 vehículos.

La evolución es positiva también en la autopista A-3, que enlaza la raia con Oporto. Entre enero y septiembre del año pasado acogió de media 24.447 vehículos cada jornada, 1.743 más que durante el mismo período de 2016 y su mayor dato desde al menos 2009, cuando usaban el vial unos 17.200 usuarios de forma diaria.

En conjunto la autopista y la autovía suman 56.359 conductores cada 24 horas, lo que supone 3.000 más que solo un año antes. Para comprender el repunte hay que tener en cuenta otros dos grandes factores: la mejora de la economía, tanto en España como en Portugal; y el crecimiento del aeropuerto de Sá Carneiro, que capta numerosos pasaje del sur de Galicia.