La carrera electoral por el Rectorado tuvo ayer su pistoletazo de salida aunque todavía sin corredores. Y es que el mutismo sobre quiénes optarán a suceder en el cargo a Salustiano Mato -que no puede aspirar a un tercer mandato por estatutos- al frente de la Universidad protagoniza estas elecciones en las que sí habrá competencia. A diferencia de los anteriores comicios, los cerca de 22.000 estudiantes y trabajadores de la UVigo llamados a las urnas tendrán que debatir por qué candidato se decantan para dirigir la institución el próximo 23 de abril.

Hoy se hacen públicos los censos provisionales de votantes, frente a ellos se abre un plazo de dos semanas para alegaciones y será el 1 de marzo cuando se publique el listado definitivo. Justo 24 horas después, la semana del 2 al 8 de marzo, las diferentes alternativas deberán presentar sus candidaturas y quién liderará cada una de ellas. Sin embargo, es posible que el candidato del grupo opositor se dé a conocer días antes. La próxima semana se celebrará una reunión de la que posiblemente salga el nombre que liderará esta lista.

El catedrático de Fisiología Vegetal Manuel Reigosa, portavoz de un colectivo de profesores de los tres campus, se perfiló como candidato opositor si bien todavía no hay confirmación oficial. Reigosa ha preferido ser "cauto" con respecto a esta designación y esperar "al curso de los plazos". "En verdad todavía tenemos hasta el 8 de marzo para presentar y preparar la candidatura", señaló ayer.

Junto a él, el nombre de Emilio Fernández, actual director del Campus del Mar, fue el que más fuerza cobró en las últimas semanas para compartir urnas. Nuevas caras para unos comicios que confirman la extinción de Nova Universidade, que ya no se presentó a los de 2014. Fernández es catedrático de Ecología y forma parte del equipo de gobierno desde su elección en 2009 como responsable del Campus del Mar, aunque nunca ha sido integrante de Alternativa. Él mismo reconocía formar parte de un grupo de personas con diversas sensibilidades que están manteniendo conversaciones sobre el modelo que debe tomar la universidad viguesa en el futuro. Pero todavía se desconoce si será el designado para liderar esta opción electoral.

La reducción de los presupuestos de las universidades españolas a mínimos históricos, parece haber mermado el interés por la política universitaria. Sin embargo otros catedráticos señalaban también el daño que generó a la Universidad, por un lado el sistema de promoción dentro de la institución y luego por otro lado el cambio brusco del RPT de la Universidad.