El Servicio Galego de Saúde (Sergas) no encuentra pediatras para sustituir ni vacaciones ni vacantes por jubilaciones o excedencias. Tanto es así que, por ejemplo, ha renunciado a cubrir la plaza de un doctor retirado en Beiramar y ha optado por repartir los mil niños que tenía asignados entre sus colegas de otros centros de salud, subiendo el cupo medio. Y la situación no parece que vaya a mejorar. Se prevé que este año lleguen a la edad jubilación otros seis de las 73 plazas existentes -el 8,2%-. Si no solicitan prórroga laboral, los seis mil menores a los que atienden cambiarán de médico. La pregunta es: ¿A tan corto plazo, de dónde los sacará la Administración sanitaria?

La tesitura con los médicos de familia no es tan acuciante, pero también preocupa tanto al Sergas como a los sindicatos. Al igual que sucede con los pediatras, se jubilan más de los que se forman. La Dirección de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) de Vigo usa los pocos facultativos que tiene en esta bolsa de contratación para cubrir bajas de larga duración y vacantes en las urgencias extrahospitalarias o Puntos de Atención Continuada (PAC). Ya han renunciado a sustituir las vacaciones en las consultas y opta por repartir sus pacientes entre las de los otros doctores del mismo centro de salud y ampliar sus jornadas. Y este año, la situación se agravará, ya que se prevé la jubilación de 26, que dejarían vacantes el 6,45% de las 403 plazas existentes en el área.

El Sergas en Vigo prefiere no avanzar qué medidas adoptará para hacer frente a estas bajas. Quiere esperar a ver cuántas se confirman y cuántos de estos 32 profesionales solicitan una prórroga laboral.

Los médicos podían extender su vínculo con el Sergas hasta los 70 años. Pero en 2012, justificándose en la crisis y como medida de austeridad, Sanidade obligó a todo su personal al retiro forzoso a los 65, con lo que redujo la plantilla a costa del personal con sueldos más altos. Fue una medida muy contestada por profesionales y sindicatos. La Administración dio marcha atrás en 2015, entre otras cuestiones, por la falta de especialistas. Recuperó la posibilidad de prórroga voluntaria hasta los 67 años y ahora prevé ampliarla hasta los 68.

En el área viguesa, el año pasado, recurrieron a este permiso nueve médicos de familia y dos pediatras. En Atención Primaria también se lo concedieron a dos enfermeras y se lo denegaron a una matrona. En los hospitales públicos vigueses, tres jefes de servicio tramitaron su primera prórroga y otro, la segunda. También la pidieron 13 facultativos especialistas -4 de ellos, la segunda- y se la denegaron a uno "por ser personal eventual"; tres técnicos de cuidados de enfermería, con una negativa; y un técnico de laboratorio -segunda-.

Comisiones Obreras alerta de la situación en la que se va a quedar Atención Primaria con el "elevado" número de jubilaciones y atribuye los problemas a la gestión de personal del Sergas. Para combatirlos, reclama la "reposición de la plantilla al cien por cien" con "contratos de larga duración" para atraer profesionales y convencerles de que se queden en este área sanitaria. Exige que los contratos sean "en igualdad de condiciones con los compañeros de plantilla y no contratos por días y horas".