Miles de vigueses abarrotaron ayer las principales calles del centro de la ciudad para ver el tradicional desfile-concurso de comparsas. El mundo marino, la magia y Julio Verne fueron algunos de los protagonistas de gran parte de las carrozas que las diferentes asociaciones crearon para la ocasión. Aunque el recorrido apenas dura dos horas, los trabajos de los participantes comenzaron hace varios meses. Algunos incluso compaginaron sus esfuerzos para salir también en la previa de Reyes. A las seis en punto arrancó la primera comparsa desde Isaac Peral y hasta pasadas las nueve de la noche no llegó la última a Porta do Sol. Por el camino quedaron infinitos bailes al ritmo de canciones actuales y melodías de toda la vida. No había límite de edad entre los componentes de las comparsas y en la comitiva se pudo ver desde bebés en el cochecito hasta veteranos con muchos carnavales a sus espaldas. Lo importante era mantener el ritmo, algo que cumplieron todos.

Todas las comparsas comenzaron con fuerza e ilusión. Las semanas de trabajo tenían que quedar reflejadas ante unos entregados espectadores. Los más pequeños fueron los que más disfrutaron, algunos incluso con la boca abierta. Especialmente aplaudido fue el paso de "Cun As na manga", que repartió entre sus integrantes todas las cartas de la baraja española. No se quedó atrás "Vinciocas", la más numerosa de todas con 165 miembros -el mínimo para participar era de 30- y que pese a salir un poco más retrasada de su posición marcada deslumbró a pequeños y mayores con canciones variadas y bailes muy coreografiados. Entre los improvisados modelos que desfilaron por la gran pasarela viguesa destacaban los de un equipo de fútbol local, el Independiente CF.

Pese a la amenaza constante de un cielo que no cambió su color gris ni un segundo, el desfile transcurrió con total normalidad. El público también desafío a las posibles precipitaciones e inundó las aceras de García Barbón y Policarpo Sanz.

Hasta la ciudad llegaron comparsas de toda la provincia. Los municipios de Gondomar, Soutomaior, Portonovo, Crecente, Tomiño, Redondela y Ponteareas estuvieron representados en el certamen olívico. Algunos incluso por partida doble y triple. Además de pasárselo bien, lo que perseguía cada uno de los veintitrés participantes era llevarse el primer premio. El jurado estaba ubicado junto a la iglesia Santiago de Vigo y fue allí donde los improvisados bailarines mostraron sus mejores trucos.

Los concursantes no fueron los únicos caracterizados en la calle. Pequeños y mayores dejaron la vergüenza en casa para vestirse con disfraces de toda índole. Incluso los comerciantes quisieron sumarse a la fiesta en numerosos negocios. Nadie quiso escapar del Carnaval. Los balcones lucían repletos y la música de las diferentes comparsas animaba al público a no parar de cantar y bailar. En definitiva, el desfile-concurso fue una gran fiesta al aire libre. Uno de los momentos de mayor jolgorio llegó con el alcalde Abel Caballero, el más fotografiado de la tarde.

El Concello repartirá galardones a las tres mejores comparsas y entregará 14 accésits a las siguientes en el orden de puntuación. A las restantes les dará un pellizco menor por los gastos ocasionados. La Federación de peñas Recreativas El Olivo y la Agrupación de Centros Deportivos y Culturales, que se encargan de la organización, anunciarán a los vencedores el miércoles a las 19.30 horas junto a las Exequias del Meco. Antes habrá numerosas actividades. Además de las que celebren los diferentes barrios de la urbe, el gobierno local organiza hoy la carrera popular a partir de las 10.00 horas y mañana y el martes el concurso de disfraces.