Terrassa, Bilbao y ahora Vigo. La ciudad olívica será la primera de Galicia y una de las pioneras en España en seguir la corriente francesa de instaurar en el transporte público las que en 2015 se empezaron a denominar paradas de autobús antiacoso. La medida es muy sencilla y no tiene coste alguno para el Concello ni para la concesionaria. Está pensada para que las mujeres que viajan solas de noche puedan solicitar bajarse en cualquier punto de los recorridos oficiales sin tener que esperar a las paradas reglamentarias. Esto se hace para acortar la distancia que tienen que caminar hasta su destino. A partir de la próxima semana Vitrasa se adapta a este nuevo modelo de servicio con la implantación de las paradas a demanda a partir de las 22.30 horas.

El alcalde, Abel Caballero, insistió ayer en que Vigo tiene unos datos de delincuencia bajos y es una ciudad segura, pero que el objetivo es "hacerla todavía más segura para las mujeres". La medida está pensada para prevenir situaciones de acoso machista, pero también podrán beneficiarse del cambio en el funcionamiento de Vitrasa los hombres, jóvenes, personas mayores o usuarios con movilidad reducida que residan lejos de las paradas oficiales y también necesiten bajarse antes de tiempo.

La mecánica es la misma en todas las ciudades y tal y como explicó ayer el regidor, las usuarias que quieran beneficiarse de la opción de las paradas a demanda indicarán al conductor su destino exacto en el momento en que se suben al vehículo, se quedarán sentadas en los asientos delanteros y cuando llegue su turno se les permitirá bajar por la puerta delantera más próxima al piloto en lugar de tener que desplazarse hasta la de atrás quedando fuera de su campo de visión con mayor rapidez.

"Queremos acercarlas lo más posible a casa o a donde se dirijan y, si es posible, dejarlas justo delante de la puerta si se trata de un punto que está dentro del recorrido", apuntó Caballero, que avanzó la medida tanto para las líneas diurnas que sigan operativas después de las diez y media de la noche como en las tres nocturnas: N1 (Samil,-Buenos Aires-Avenida de Europa), N2 (Teixugueiras-Bueons Aires-Teixugueiras) y N3 (Praza América-Urzáiz, Martínez Garrido-Ramón Nieto y Avenida Ponte en Cabral).

El cambio empezará a aplicarse la próxima semana, sin que por ahora se conozca el día exacto. Se establecerá un periodo de pruebas y desde el Concello reconocen que se irán realizando ajustes para perfeccionar el sistema. Vigo se convertirá en la primera urbe gallega en adoptar medidas de protección a la mujer en su transporte público y por ahora son muy pocas las localidades españolas que han seguido la senda abierta por Francia hace ahora tres años con una masiva campaña de sensibilización contra el acoso en el transporte público que culminó con la aplicación de las denominadas paradas antiacoso en la ciudad de Nantes. El año pasado fue imitada por Burdeos -en fase experimental- y hace unos días la presidenta de la región parisina a anunció que en toda el área metropolitana se permitiría a las mujeres bajarse en cualquier punto de los recorridos para disminuir las distancias a pie por zonas declaradas inseguras.

En España el movimiento es muy recinte. Los primeros fueron los municipios de Terrassa y Bilbao, que el 18 de enero anunciaba de forma pionera que los conductores del servicio nocturno de Bilbobus permitirán a los usuarios bajarse entre dos paradas fijas. No obstante, la medida no está implantada por lo que Vigo se adelantará tanto a Bilbao como a los "búhos" de San Sebastián, que estudian replicar esta fórmula al igual que la concesionaria de Vitoria.