Además de nuevas concentraciones frente a las dependencias de calle Lalín, recorrido por los diferentes juzgados e incluso una nueva manifestación prevista para el día 15 o 16 de febrero, las movilizaciones sindicales van a ir más allá con el fin de "ser escuchados" por parte de la Xunta. Su próxima acción volverá a tener al Registro Civil como protagonista pero en esta ocasión el escenario no serán sus oficinas sino la sala de bodas. Portavoces sindicales anunciaron ayer su intención de impedir la celebración de los enlaces civiles. Para hoy están previstos un total de siete matrimonios, que previsiblemente tendrán que posponer su rúbrica en el certificado.

Esta situación podría afectar también a los enlaces del próximo martes y viernes - únicas jornadas en las que se celebran bodas- al reiterar estas mismas fuentes que se trata de una huelga "indefinida". "Nosotros no somos responsables de la paralización de la Justicia y del perjuicio del ciudadano, para nosotros los culpables están en la Xunta. Respetando los servicios mínimos vamos a bloquear lo que podamos; las bodas no tienen plazo, desde que se solicita tienen un año para casarse. Entendemos que no se causa ningún prejuicio, solo impedimos el acto jurídico", sostiene uno de los portavoces del comité de la huelga.

Y es que dentro de lo que se contempla como servicios mínimos, estos enlaces "no tendrían cabida": licencias para enterramientos y trámites en plazo son las únicas gestiones a las que están obligados a realizar los seis funcionarios que trabajaron ayer en las oficina del Registro Civil de Vigo.