El mercado inmobiliario ha experimentado profundos cambios en el último lustro. Las dificultades para lograr financiación reorientó el grueso de la demanda hacia los pisos de alquiler en el mercado libre provocando una feroz subida de precios que según la patronal puede dejar sin opciones incluso a familias de clase media. Y este mismo trasvase se percibe también entre los demandantes de vivienda protegida, que optan de forma prioritaria por la renta de inmuebles en lugar de adquirirlos en propiedad. Las solicitudes de pisos a precio tasado en la ciudad de Vigo han vuelto a caer otro 8,3% en el último año y medio alcanzando el mínimo histórico de 3.727 peticiones.
Así se refleja en las estadísticas oficiales de la Consellería de Infraestructuras. El Rexistro de Demandantes de Vivenda de la Xunta anota en la actualidad un importante retroceso de los expedientes en el conjunto de Galicia y de forma particular en el municipio de Vigo, que pese al importante descenso todavía acapara un tercio de todas las inscripciones. Lo más curioso es que frente a lo ocurrido durante años, cuando la adquisición de una vivienda era la primera opción de casi todos los aspirantes, en la actualidad solo hay 690 vigueses interesados en comprar un piso de promoción pública frente a los más de 2.800 que están registrados para acceder a inmuebles en alquiler o de alquiler con opción de compra.
El 83% de los demandantes vigueses están interesados en la renta de un inmueble frente al algo menos del 17% que busca un piso en propiedad. Y esta circunstancia no es excepcional de la urbe olívica, en Santiago el porcentaje de potenciales compradores es idéntico y en A Coruña cae hasta el 13%. En las ciudades más pequeñas el volumen es todavía más bajo con apenas un 7% en Lugo -62 solicitudes de compra- y un 5% en Pontevedra -29 expedientes-.
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En año y medio en Vigo se han dado de baja o no renovaron su inscripción en el registro autonómico un total de 337 aspirantes que cumplían los requisitos para acceder a un piso con precio tasado. Esto explica que la cifra esté tocando fondo con 3.727 solicitudes de las cuales 2.381 se dirigen a alquiler, otras 717 a alquiler con opción de compra y las restantes ya mencionadas a adquirir la propiedad. Durante este mismo periodo, de agosto de 2016 a febrero de 2018, el descenso de la demanda en la urbe olívica ha sido del 8,3%, muy por debajo del 13% de Pontevedra, el 14% de A Coruña, el 18% de Ourense o el 26% de Lugo. Los datos resisten mejor en Vigo quizá por las dificultades que vive el mercado inmobiliario local y que llevan meses denunciando desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).
Vigo es la ciudad donde más han subido los precios del alquiler y donde el cuello de botella ante la creciente demanda más disparó los precios, lo que ayudaría a explicar que los datos en la primera urbe gallega bajen a menor ritmo que en el resto de áreas urbanas de tal forma que Vigo todavía acapara exactamente un 33% de la demanda de toda la comunidad.
A pesar de la caída de los registros, la necesidad de vivienda a precio limitado en Vigo sigue muy por encima de A Coruña, con 2.286 expedientes abiertos a día de hoy o los 1.084 de Lugo, que siempre se ha mantenido en tercera posición. En Santiago son 929 las personas interesadas y 821 los pontevedreses en el listado autonómico.
La explicación de la Xunta para el descenso de los demandantes son las dificultades de las familias para acceder a un crédito junto al hecho de que tras la construcción de Navia, no se había impulsado ninguna gran promoción en la ciudad. Ahora cabría pensar que con los proyectos de Cambeses y la aprobación inicial del plan parcial de Navia para su ampliación se volverían a animar las inscripciones, pero por ahora no se detecta el efecto llamada previsto. Habrá que esperar a que avancen.
