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El inglés de las aulas "suena" a español

Un estudio realizado en un centro escolar constata errores de pronunciación en adolescentes que estudian inglés desde los 3 años y lo atribuye a la dificultad y la falta de práctica en clase

La autora del trabajo, Celia Veiga.

Los escolares son capaces de recitar los números en inglés desde los 3 o los 5 años pero, llegada la adolescencia, su pronunciación deja bastante que desear tras una década recibiendo clases en esta lengua. ¿Qué está fallando en nuestro sistema educativo para que se perpetúe este déficit a pesar de los avances? Un trabajo realizado por una universitaria viguesa en un centro de la ciudad atribuye estos errores a la influencia del español y al poco tiempo que se dedica en las aulas a los ejercicios prácticos para mejorar esta habilidad oral.

"Es evidente que parece haber un problema. Muchos estudiantes empiezan a tener clase de inglés en Educación Infantil o Primaria y, sin embargo, al terminar Secundaria o Bachillerato no son capaces de mantener una conversación en inglés, de desarrollarse cómodamente en este idioma. Me he encontrado muchos casos de personas que llegan a niveles de estudios superiores con un conocimiento escaso a pesar de haberlo estudiado durante 10 o incluso 15 años. Las cuentas no parecen salir", reconoce Celia Veiga, titulada en Lenguas Extranjeras y actualmente realizando el doctorado en Estudios Ingleses Avanzados.

"Es un tema complicado y de mucha sensibilidad. Hasta hace relativamente poco, la práctica de la producción oral en clase se dejaba en un segundo plano. Esto ha cambiado y ahora la comunicación oral es la base de la enseñanza del inglés. Pero mi experiencia me hace ver que en muchos centros todavía hay docentes que enseñan esta lengua a través del español o que se ciñen a métodos que quizás hoy en día ya no funcionan tan bien. Por otra parte, cada persona es un mundo y además la diferencia entre un centro y otro puede llegar a ser significativa", reflexiona sobre el sistema actual.

Veiga realizó su trabajo fin de grado sobre la adquisición de la pronunciación en adolescentes a partir de los resultados obtenidos en un estudio en el que participaron 20 alumnos de 4º de Secundaria de un centro concertado vigués. Tenían una edad media de 15,2 años y habían estudiado inglés durante 12 años.

Su análisis se centró en los cuatro pares de sonidos -dos parejas de fonemas vocálicos y otras dos de consonánticos- que más dificultades causan a los hablantes españoles. Y los encuestados no mostraron el dominio esperado del inglés oral tras haber estudiado esta lengua desde niños.

Veiga apunta a las diferencias entre el sistemas fonético español y el británico y señala los estudios que explican que la enseñanza y la adquisición de la pronunciación resultan más complejas que las de la gramática, el vocabulario o la comprensión lectora.

"Uno de los grandes problemas es que nos cuesta percibir las diferencias entre los sonidos del inglés y los del español, y nuestro cerebro transforma los desconocidos en aquellos a los que ya estamos acostumbrados. Por poner un ejemplo, a una persona inglesa le resultará difícil adquirir el sonido de la erre doble que para nosotros es muy familiar", compara.

Su trabajo pone en evidencia que la enseñanza de un idioma desde temprana edad resulta ineficaz si no se desarrolla de la manera adecuada, más aún teniendo en cuenta que el bilingüismo y el multilingüismo requieren ciertas condiciones. "Los niños pueden aprender idiomas de forma inconsciente, así comenzamos a hablar nuestra lengua nativa. Ahora bien, no hacen magia, sino que adquieren una lengua al tener una exposición continua. Con una hora o tres de inglés a la semana van a aprender cosas, pero no de la misma manera. En un ambiente de instrucción lingüística, en el que van a clase pero no viven en inglés, los niños no pueden aprovecharse tanto de esa facilitad que tiene para aprender sin darse cuenta", explica.

En su estudio, Veiga señala la necesidad de realizar más investigaciones que determinen si los adolescentes que estudian inglés desde pequeños pierden su habilidad para pronunciar de forma correcta al llegar a la pubertad o si ya no gozaban de buen nivel desde el principio. En todo caso, recomienda más ejercicios de pronunciación en el aula: "No creo que haya una solución inmediata o única para este problema. El sistema de enseñanza de inglés está cambiando y hay que mantenerse en esta línea y con unos objetivos razonables para el alumnado. Al fin y al cabo, el objetivo de aprender un idioma es poder comunicarse a través de él".

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