Vigo quiere sacar partido a su condición de puerta de entrada a Europa de la industria de automoción de Marruecos. La conexión marítima con Tánger-Med, ahora reforzada con la autopista del mar que explota Flota Suardiaz, ha colocado a la terminal olívica en una posición de privilegio para tratar de centralizar la importación de componentes producidos en territorio magrebí con destino a las plantas europeas del Grupo PSA, cuyo valor se estima en unos 1.000 millones de euros anuales. A la vez, las mejoras en la ruta permitirán a los proveedores implantados en Galicia exportar sus piezas a las factorías de Renault (Tánger) y PSA (Kénitra). La visita esta semana de responsables de Tánger-Med a la ciudad, donde ayer fueron recibidos por la Autoridad Portuaria y hoy por la dirección de PSA-Vigo, el clúster de automoción (Ceaga) y el Grupo Maviva, confirma este interés.

Para Rabat, el enlace de la autopista del mar Tánger-Vigo es estratégico para apuntalar el despegue de la industria automovilística local, sobre todo tras la construcción de la nueva planta de PSA en la zona franca de Kénitra, a unos 40 kilómetros de la capital del país. Esta fábrica, que estará operativa en 2019 y de la que se espera una producción anual de unos 200.000 coches y motores, compartirá con los centros de Vigo, Villaverde (Madrid), Figueruelas (Zaragoza), Poissy, Mulhouse (Francia) y Trnava (Eslovaquia) la nueva plataforma modular (Common Modular Platform) desarrollada por PSA y el consorcio chino Dongfeng Motor Co., por lo que los proveedores adjudicatarios de piezas asentados en el norte de África exportarán sus productos también a Europa.

Este reparto por plataformas forma parte de la nueva política de contención de costes impuesta por el presidente, Carlos Tavares. De hecho, se espera que al año salgan de Marruecos con destino a las plantas europeas de PSA componentes por valor de 1.000 millones de euros, y Vigo aspira a canalizar este flujo de entrada gracias a la autopista del mar y su condición de cabecera del polo industrial ibérico de la multinacional francesa. Esa nueva posición de Marruecos ya se nota en las atribuciones de componentes para el nuevo todocamino V20 (P24) de Balaídos, cuyos sistemas de climatización y cajas de cambio, por ejemplo, ya serán fabricadas en suelo africano, como avanzó este periódico. Fuentes del sector consultadas reconocen que el contexto para la industria de componentes ha cambiado con el refuerzo de las conexiones logísticas con Marruecos, pero recuerdan que los proveedores gallegos también podrán utilizarlas para exportar al país, lo que exigirá, eso sí, unos costes muy competitivos.

En este nuevo contexto de proximidad se enmarca la presencia en la ciudad de una delegación del Puerto de Tánger-Med encabezada por el director de la terminal de pasajeros y Ro-Ro, Hassan Abkari, su responsable Comercial y de Desarrollo, Imane Agzenay, y su gerente Comercial, Mohamed Bensouda. Ayer fueron recibidos por el presidente del Puerto vigués, Enrique López Veiga, acompañado por parte del equipo directivo de la terminal olívica, quien avanzó a la delegación las infraestructuras y servicios que ofrece la dársena viguesa. Ambas terminales acordaron el estudio de posibles vías de colaboración, no solo desde una perspectiva institucional, sino también para impulsar el negocio industrial y logístico en ambas comunidades.

También ayer los responsables magrebíes mantuvieron encuentros con la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Anfaco, ARVI, Logidigal, Conxemar y Arcoca, entre otros. La visita continúa hoy en la sede del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), la factoría de PSA y el Grupo Maviva (Ferrovial Servicios), que estudia desde hace meses la apertura de una filial en Marruecos para acompañar a sus principales clientes en el país (PSA y Renault), como ya avanzó este periódico. Ya en 2014 una comitiva de responsables marroquíes del sector del automóvil había visitado PSA-Vigo, justo antes de la adjudicación del K9.