En las aulas ya no solo aprenden los alumnos. La evolución didáctica y de los métodos de aprendizaje obligaron al profesorado a adaptar tanto su forma de impartir las clases como a implicarse de forma más activa en la educación de los escolares. La inclusión de nuevas tecnologías, asignaturas como Robótica o Programación o episodios de discriminación en las clases motivaron que un total de 45 centros públicos de Vigo desarrollen planes de formación de su profesorado para que estos sepan cómo gestionar estas situaciones. Desde colegios de Infantil o Primaria hasta institutos de Educación Secundaria pasando por la Escuela Oficial de Idiomas o el Conservatorio, cada centro decide en función de sus necesidades o carencias sobre qué proyectos centrarse.
Así, son más de 130 los programas iniciados este curso donde la formación digital y la convivencia e igualdad en las aulas copan cerca de la mitad. "En los últimos años se han producido cambios tan importantes a nivel informático que han cogido a profesores que tenían una cierta edad y no estaban preparados para ello. Empezamos con temas muy básicos como conocer un ordenador, o una hoja de Excel y luego fuimos a más", sostiene el director del CEIP Canicouva, Ramón Méndez, en cuyo centro también cuentan con proyectos relacionados con la alimentación y el cuidado sanitario. "Tenemos dos alumnos diabéticos en el centro; para saber cómo actuar cuando tengan un problema contamos con un plan de formación en enfermedades, la última charla versó sobre enfermedades neurológicas", argumenta Méndez. "El profesorado lo hace por necesidad de formación, antes se sentaba en su silla y daba la clase. Ahora no puede permitirse este lujo porque hay un dinamismo increíble. Los niños van un paso por delante de nosotros a nivel digital, tenemos que ponernos sí o sí a su altura", reconoce el director del centro de Castrelos.
Estos proyectos se desarrollan a petición del propio claustro docente o a través de la inscripción en uno de los planes permanente o cursillos de la Consellería de Educación. Actualmente en Vigo están vigentes cursos o jornadas sobre competencia comunicativa, conciencia fiscal, inteligencia emocional, orientación pedagógica y musical, programación avanzada y convivencia escolar.
Es precisamente esta última iniciativa la que centra también gran parte de la demanda del profesorado. "Tenemos a seis docentes participando en un curso de convivencia; el alumnado tiene una personalidad y un ego muy desarrollado por lo que trabajamos sobre el respeto y las emociones. Son 40 horas anuales y hacemos reuniones grupales además de una evaluación final sobre qué o cómo mejorar", narra el jefe de estudios del CEIP Valle-Inclán. Las emociones también son trabajadas muy activamente por los docentes del centro de Educación Infantil y Primaria de Mosteiro-Bembrive. "El éxito del alumno no viene solo por los estudios, sino también por las habilidades sociales así que fomentamos entre el profesorado técnicas Mindfulness que ayuden a centrar la atención plena del alumnado en las clases", explica su directora Isabel Alvar.
Las iniciativas formativas del ámbito STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) también son "asignaturas pendientes" para los docentes. "Trabajamos sobre un nuevo método de impartir las matemáticas, el ABN (Abierto Basado en Números), es un forma de aprendizaje simple y sencilla para que entiendan de verdad las matemáticas. También trabajamos con los profesores sobre proyectos de Programación y Robótica y en las clases lo notan, hay mucha más coherencia y un aprendizaje progresivo de ambos", sostienen desde el CEIP Balaídos. Sobre Robótica también aprenden nueve profesores del CEIP Otero Pedrayo. "Enfocamos estos proyectos a actualizarnos, tenemos conocimientos pero igual no los suficientes, hay que adaptarse a los cambios. Además todo lo relacionado con las TIC es muy atractivo para el alumnado", sostienen desde el centro de Beade.
