Dos años y tres meses después de completar la apertura del nuevo hospital, el Chuvi ha logrado bajar de los tres meses de espera media para una operación. Es la primera vez que lo consigue desde 2012, cuando operaba en 69,3 días. En concreto, cerró el año pasado con una demora quirúrgica de 88,6, jornadas, tras recortar casi seis en un año -una mejora del 6%-. Sin embargo, aún sigue siendo la más alta de la comunidad y sus pacientes tardan tres semanas más en entrar en quirófano que en el conjunto de Galicia.

Este avance en la demora está propiciado, principalmente, por los esfuerzos realizados por el Chuvi para reducir la bolsa de pacientes que más espera. Consiguió recortar en un 42% los que aguardan más de 6 meses por una cirugía -de 1.298 a 748-. Y aún así, el vigués es el único complejo que tiene operaciones pendientes desde hace más de un año -85- y aglutina la mitad de las gallegas que tardan entre 6 y 12 meses. "Es una línea que debemos consolidar de cara al año que viene", apunta el gerente del área sanitaria, Félix Rubial y añade: "Acortar la demora media global a expensas de los que más esperan".

La que se ha resentido es la respuesta a los pacientes más graves -prioridad 1-. Aunque se mantiene dentro del objetivo de Sanidade de intervenirlos en menos de 30 días, empeora tres días hasta los 24,3, que son 6,2 más que en la media gallega. El compromiso que no cumple es el de operar a los enfermos graves -prioridad 2- en 60 días. Es el único gallego que no lo hace y arrastra a la media del Sergas al superarlo en casi un mes -hasta las 89,2 jornadas-. Se disparó una semana en el último año. Rubial lo atribuye a un cambio de orientación hacia "determinadas patologías concretas que están garantizadas" ahora por la Lei de Garantías Sanitarias". Justifica, además, que se produjo un "incremento notable" de pacientes en las vías rápidas que causó un "alto impacto" en la lista de espera quirúrgica.

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Traumatología, que aglutina el 37% de todas las cirugías pendientes en el Chuvi, sigue siendo la especialidad con más problemas. Rubial defiende que el plan de choque puesto en marcha en el servicio, y que se mantendrá este año, obtuvo resultados "notables" con un aumento del 11% de las operaciones y una reducción de la demora en 18 días. Un avance que admite "insuficiente" ya que la espera media todavía está en cuatro meses -124,3-. Entre otras cosas, argumenta que este programa especial también se ha centrado en las consultas externas pendientes, que descendieron un 35% y "aumentaron las intervenciones".

Las que han sufrido una peor evolución son las cirugías cardíacas, que tardan 19 días más y se ponen en tres meses. La demora en Plástica, aunque baja algo, sigue siendo la segunda más alta, con 96 jornadas. En el extremo contrario están Torácica -24,4-, Neurocirugía -42,6- y Urología -45,6-.

Los hospitales públicos vigueses, con el Álvaro Cunqueiro ya rodado y el Meixoeiro destinado a cirugía ambulatoria, alcanzaron en 2017 su récord de intervenciones, con 36.430 -1.250 más que el año anterior-. Con este aumento, bajó en 286 el número de pacientes pendientes de una cirugía. De todos modos, siguen siendo 7.342 los vigueses que aguardan por entrar en un quirófano del Chuvi. Sumados a los 3.111 de Povisa -que también cayeron un 3%-, el área sanitaria concentra el 29% de los gallegos en lista de espera quirúrgica.

El hospital concertado consolida la espectacular progresión protagonizada hace un año, cuando redujo a la mitad su demora. Se mantiene en 77,4 jornadas, uno y medio más que al cierre de 2016. El meteórico descenso que comenzó en 2013, con la firma del nuevo convenio con Sanidade, parece haber tocado suelo. Mejora la respuesta a los pacientes prioritarios que ofrece el Chuvi, con 20 días para los más graves y 58 para los graves.

En cuanto a la espera por una primera consulta con el especialista, el complejo público progresa y los pacientes esperan 5,5 días menos. En concreto, una media de 53,6 jornadas, aún una semana más que en el conjunto de Galicia.

Los datos publicados ayer por el Sergas se refieren a la lista de espera estructural. Aquellos que hayan rechazado una fecha para ser operados o que rehusaran a ser intervenidos en otro centro, están fuera de de estos datos, en la lista no estructural, que el Sergas rehusa hacer pública.