Este verano se cumplen 17 años desde que el Teatro Fraga echó el cierre, aunque antes de que así sea, "en un brevísimo plazo", Abanca prevé dar a conocer el futuro del inmueble. A qué se va a dedicar. "Me van a perdonar que no sea todo lo conciso que quisiera, pero es que eso va a ser parte de los anuncios importantes que tenemos previstos este año", avanzaba ayer el presidente de la entidad, Juan Carlos Escotet, durante la presentación de los resultados de 2017. No dio ni una sola pista, aunque sí confirmó que la propiedad seguirá en manos del banco gallego y que la gestión será también suya. "Por supuesto, por supuesto -remarcó-, todo bajo la dirección de Abanca".

La entidad lanzó a mediados de 2016 un concurso de ideas para buscar funciones posibles al Fraga y sacarlo así del sueño que duerme desde que los problemas de dinero que enfrentaron a Caixa Galicia, que en 2001 compró el edificio para hacer de él su gran sede de referencia en el sur de Galicia, pararon los trabajos de rehabilitación, suspendidos definitivamente por la falta de fondos cuando la caja dirigida por José Luis Méndez quebró y logró forzar la fallida fusión con Caixanova. Las obras por entonces alcanzaron el 85% del recinto -incluido un auditorio con 1.200 butacas, biblioteca, sala multiusos y una zona para nuevas tecnologías- y así siguen. En la misma comparecencia en la que habló del concurso de ideas, Escotet afirmó que la inversión pendiente para devolverle la vida al mítico teatro vigués rondaría los 7 millones de euros.

"Lamentablemente, de allí [en referencia al concurso] no salió nada que nos pareciera relevante, aunque yo diría ahora afortunadamente, a la luz de las nuevas ideas y proyectos que tenemos". Ideas, insiste, "concretas". "Adelanto que son decisiones tomadas y definitivas", señaló Escotet, que cree que el anuncio sobre el destino del Teatro Fraga "va a ser una noticia fantástica para la comunidad".

En la anterior etapa de la entidad, durante su nacionalización, sus responsables de entonces tenían el firme propósito de vender el inmueble. De hecho, como publicó FARO, el Teatro Fraga llegó a estar colgado en la web que tenía NCG para ofrecer sus activos inmobiliarios. No constaba ningún precio. Una vez publicada la información, el banco lo retiró de su inmobiliaria en internet.

Fue una de las opciones que barajó el Celta de Vigo, la adquisición, para ganar patrimonio y reforzar sus lazos sociales con la ciudad. Se abrió la negociación. Pero Abanca aseguró que contaba con un plan propio, como ahora reafirma, y que, entre otras posibilidades en estudio estaba en convertirlo en la sede permanente de la valiosísima colección pictórica que heredó de las cajas. Lo que sí está claro, dada la cercanía de otros espacios culturales, es que el Fraga no vuelva a ser un teatro o un auditorio de espectáculos.