Esta madrugada fallecía Armando Guerra a los 69 años, el carismático pintor -pionero de la abstracción gallega- y profesor en el Instituto Santa Irene de Vigo. Allí impartió clase durante 40 años y, apenas hace un par de días, la comunidad educativa le rendía un sentido homenaje con motivo de su jubilación.

Un tipo "carismático", como le decía Ferrín, que dedicó su vida a la pintura y al grabado y fue miembro fundador del colectivo Atlántica. "A figura de Armando Guerra é necesaria, hexemónica no inmenso escenario da plástica galega e da arte do noso tempo", refería en un artículo reciente en FARO DE VIGO.

Aunque sus primeras inclinaciones le llevaron por el cauce musical, pronto empezó a explotar esa otra vertiente artística que le convertiría en referente de la plástica gallega.

Se va una figura imprescindible del panorama artístico gallego. Artista, profesor, rebelde...