Las campañas para el fomento de la donación de médula ósea han funcionado y se están superando con creces los objetivos que se marcó hace cuatro años el Plan Nacional de Médula. Luchas como las de los fallecidos Pablo Ráez, en Marbella, o Gonzalo Fernández, de Val Miñor -que difundió a través de la página de Facebook "Keep calm and dona médula"-, removieron conciencias y movilizaron a la ciudadanía. El aumento de inscritos para regalar progenitores hematopoyéticos -como se denomina técnicamente- ya está teniendo su repercusión en los enfermos. El 90% de los pacientes del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) que tienen que buscar a un donante fuera de su familia, lo encuentra. Hace tres años, este porcentaje se encontraba entre el 76 y el 77%.

Salvo el parón de 2015 por el traslado al Álvaro Cunqueiro, el Servicio de Hematología del Chuvi lleva varios años siendo el que más trasplantes de médula realiza en la comunidad. Con los 51 realizados a lo largo del año pasado y a la espera de que se hagan públicos los datos por complejos, su jefa, la doctora Carmen Albo, sospecha que mantendrán el liderazgo gallego. En 2016, se habían alcanzado los 58, por lo que calcula que el intervalo en el que se moverá el área sanitaria viguesa en estas intervenciones será de entre 50 y 60 al año.

Algo más de la mitad de los trasplantes realizados en el Cunqueiro el año pasado -26 de los 51- fueron con la propia médula del paciente -o autólogos-. La mayoría de ellos son en personas que padecen mielomas o linfomas y se pueden someter a esta intervención hasta los 70 o 72 años.

En los otros 25 casos, que necesitaron donante -alogénicos-, el diagnóstico más habitual es el de leucemia. En este caso, los trasplantes se realizan hasta los 65 años. Trece de ellos encontraron un candidato compatible entre sus familiares. Los otros doce, en el registro de donantes creado por la Fundación Josep Carreras, que está interconectado con la red internacional y que, por tanto, puede acceder a los donantes voluntarios de cualquier parte del mundo. El año anterior, fueron una tercera parte (4), aunque no es la primera vez que se llega a los doce.

Así, a los pacientes trasplantados en Vigo les han llegado células madre de médula ósea desde Australia, Estados Unidos, Israel, Polonia, Alemania o Inglaterra, entre otros muchos países. Sin embargo, gracias al acelerón de inscripciones en el registro español, cada vez son más los trasplantes que se pueden hacer con donaciones altruistas del país. El año pasado, representaron ya el 42% de estos doce.

La doctora Albo cuenta que esta sensibilización de la población española y su participación en el registro ha contribuido a agilizar los tiempos en estos procesos y a simplificar la logística. "Si en los últimos años, la media de días que se tardaba en localizar a un donante era de tres meses, ahora estamos en 40 días", ejemplifica la doctora Albo.

Según los datos de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS), Galicia alcanzó el año pasado el objetivo establecido por la Plan Nacional de Médula Ósea registrando 1.499 nuevos donantes y de médula ósea y superando los nueve mil registrados. Esto supone un incremento de un 20% desde que, en 2003, se inició este programa estatal.

La zona sur de la provincia de Pontevedra es donde se registra el mayor número de inscritos, según la información de la que disponen en el Servicio de Hematología. Entre otras cuestiones, porque también es la que tiene la población más joven de la comunidad. En términos generales, puede ser donante cualquier persona sana con una edad comprendida entre los 18 y los 55 años. Le extraerán una muestra de sangre y deberá firmar un consentimiento informado. De ser compatible, las células madre de la célula ósea se pueden obtener de dos maneras: de la sangre periférica, tras unas inyecciones subcutáneas de factores de crecimiento que hacen que estas pasen de la médula al torrente sanguíneo; o con punciones en las crestas ilíacas -este método ya solo se usa en un 20% de los casos-.