"Arroz y zanahoria todos los días y en todos los menús, una semana sin nada de fruta, postres basados en lácteos y comida envasada y recalentada y no se puede hablar con nadie porque todo el servicio es telemático", señala el familiar de una paciente ingresada en el hospital Meixoeiro, que vuelve a poner sobre la mesa la calidad de la comida que se distribuye en los centros hospitalarios del área viguesa, muy cuestionada desde el traslado al nuevo complejo hospitalario, hace ya dos años y medio y que ya obligó al relevo de la empresa contratada para el servicio, en julio de 2016.