La ría de Vigo sufrió la pasada noche del viernes un vertido de más de 600 litros de gasoil procedentes de un buque arrastrero congelador con base en O Berbés. El derrame, que ha movilizado hasta siete embarcaciones de Salvamento Marítimo, Gardacostas y la propia Autoridad Portuaria, se produjo por la rotura de la tapa del depósito de combustible de un arrastrero cuando abandonaba la dársena de O Berbés para dirigirse al caladero de Malvinas para la nueva campaña de pesca, según ha podido saber este periódico.

Fuentes del Puerto vigués indicaron ayer que fueron los responsables del propio pesquero quienes dieron aviso del incidente al darse cuenta del vertido e inmediatamente se activó un dispositivo de contención y limpieza del gasoil, en el que participaron una veintena de personas a bordo de dos barcos del servicio de Gardacostas de la Xunta, dos de Salvamento Marítimo (la Salvamar Mirach y su auxiliar, dependientes del Ministerio de Fomento) y tres de la Autoridad Portuaria (dos de la concesionaria de limpieza a flote, Segem, y otro del propio Puerto). Se desplegaron barreras flotantes para contener la extensión de la marcha, visible por toda la dársena de O Berbés y que llegó a adentrarse en algunos puntos de la Ría, y se utilizó material absorbente para recoger el gasoil.

La falta de luz dificultó las tareas de recogida del combustible en las últimas horas del viernes y los trabajos se intensificaron ayer por la mañana. A media tarde, fuentes del Puerto vigués ya daban totalmente por controlado el vertido, que no obstante alarmó a los usuarios de las terminales viguesas, a propietarios de embarcaciones deportivas y vecinos de la zona. A última hora, los trabajos a flote se centraban en remover el agua para acelerar la evaporación del combustible. Hoy volverán a la zona las embarcaciones para erradicar por completo la mancha.

Fuentes portuarias aseguraron ayer que este tipo de accidentes no son frecuentes en la Ría y que existe un protocolo de actuación para atajarlos en caso de que sucedan. El arrastrero que provocó el vertido, propiedad de una conocida casa armadora de capital vigués pero con bandera británica, salía el viernes con destino al Puerto de Montevideo cuando la tripulación se percató, ya en medio de la ría, de que se había roto la tapa del depósito de combustible. Dio aviso inmediato a los responsables portuarios y a Capitanía Marítima y regresó a la terminal viguesa, desde donde volvió a partir a media tarde de ayer rumbo al puerto uruguayo antes de iniciar la próxima campaña pesquera en la zona de Malvinas.