El invierno demográfico es menos frío en Vigo que en el resto de la provincia o Galicia. Aunque la edad media de los vecinos de la ciudad repuntó ligeramente en el último año se mantiene por debajo de la de su entorno. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que la media de edad de los residentes en la ciudad es de 44,5 años, dos menos que en el conjunto de la comunidad y casi un año menos que en la provincia. En el primer caso la edad se fija en 46,8 años; en el segundo, 45,2.
Que Vigo capee mejor el envejecimiento de la población en el que está inmersa buena parte de España se explica por varios factores. Entre ellos, el efecto de su fuerte tejido industrial y empresarial, que atrae a gente en edad laboral; y el empuje de zonas como Navia, un barrio que destaca por su alta natalidad y juventud. El padrón elaborado por el Concello muestra que solo a lo largo del último lustro pasó de tener 7.400 personas a casi 9.100. Un tercio de los vigueses que tienen su domicilio allí -especialmente en el PAU- no ha cumplido aún los 30 y solo el 13% superó ya los años para jubilarse.
La edad media de los vigueses es inferior también a la de A Coruña, donde el dato roza los 45,8 años. Santiago -con 44,48 años- se mantiene en los niveles de Vigo, mientras que Pontevedra se desengancha de la media hasta situarse en casi 43,4 años. A pesar de que su padrón local sea más joven que el gallego, el provincial o el de urbes vecinas, como A Coruña, Vigo no es inmune al invierno demográfico. Solo un año antes, en 2016, la edad media de los residentes era ligeramente inferior: 44,2, lo que supone que en cuestión de apenas 12 meses la edad media de los olívicos aumentó 0,3 puntos.
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La tendencia es la misma que se constata en Galicia o España. Las tablas del INE muestran, por ejemplo, un envejecimiento continuo de la pirámide poblacional del país. Hace una década la edad media de los españoles era dos años más baja y si se remonta la comparación a 1998, la diferencia es de casi cuatro puntos. Si entonces la media del estado ascendía a 39,2, en 2017 el dato se había elevado hasta los 42,9. Más grave es el caso de Galicia, donde a lo largo de las dos últimas décadas la edad media de la población aumentó más de 5 puntos: de 41,6 pasó a 46,8.
El envejecimiento paulatino del censo local se aprecia mejor en las capas de población más jóvenes y en las de mayor edad. A lo largo de las dos últimas décadas el número de vigueses con más de 65 años pasó de 39.700 a 63.300, lo que supone un notable repunte del 59%. Según el INE, el repunte fue especialmente acuciado entre el colectivo de más de 85 años, que casi se triplicó. Tendencia opuesta tuvo la población con menos de 16 años: si en 1998 había en Vigo 43.200 jóvenes con esas edades, ahora son 41.100.
