Un año más, y van ya cinco, el atrio de la parroquia de La Soledad acogió ayer la tradicional bendición de las mascotas en conmemoración del día de San Antón, patrono de los ganaderos, veterinarios y protector de los animales. Decenas de fieles se congregaron en el exterior de la iglesia de O Castro con sus animales de compañía, en su mayoría perros, pero también algún gato y cobayas. La ceremonia comenzó a las 18.00 horas con la lectura del pasaje del Génesis en el que se habla de la creación para seguir con la bendición.

En esta ocasión, al igual que el año pasado, la lluvia respetó la tarde en honor a San Antón, un acto que empezó a organizarse, según recordó el propio párroco Alberto Cuevas, a petición de los fieles. Salud para los animales de compañía, mejoras en su docilidad y una petición general de evitar el maltrato animal fueron los principales deseos mostrados por los numerosos asistentes.