Gobierno de Vigo y grupo popular mantienen su enfrentamiento por la calidad del suministro de agua. El PP considera una "enorme irresponsabilidad" que el Concello desoiga las advertencias de las autoridades sanitarias de la Xunta que declararon como no potable el agua en la zona de Canido, mientras que el alcalde tildó estas afirmaciones de "mentira gravísima" y las enmarca en una estrategia de Feijóo para generar alarma y "realizar un ataque político a Vigo a nivel nacional".

El ayuntamiento contrapone sus analíticas realizadas por Aqualia los días 8, 9, 10, 11, 12, 15 y 16 de enero con valores "potables" en toda la ciudad incluida la zona de Canido, y acusó al Gobierno gallego de incumplir la normativa porque se remitió al Real Decreto 140/2003 donde se indica que ante un mal dato en las analíticas habría que volver a tomar muestras en el plazo de 24 horas y los análisis de la Xunta son de los días 8 y 12.

Frente a la tranquilidad oficial, los populares insisten en su "preocupación" por la potabilidad del suministro y denuncian que se está "ocultando el problema". "Al alcalde solo le valen informes de Aqualia y rechaza los de laboratorios privados, los de funcionarios municipales y los de técnicos autonómicos que coinciden en la no potabilidad en Canido", censuró el edil Miguel Fidalgo.

El PP considera a Aqualia parte interesada y recuerda que la Xunta recomienda no beber agua del grifo en alguna zona en esta ocasión por la presencia de trihalometanos por encima del límite aconsejado. Sanidade y Concello siguen cruzándose informes.