Las obras de construcción de la futura autovía de O Morrazo dieron ayer un salto de gigante. Y es que en el subtramo dos, a la altura de la parroquia de Meira, se instalaron las dos últimas vigas del segundo viaducto de A Mó. Se trata de una compleja estructura con 11 vanos y 58 metros de altura que supone uno de los principales retos de este subtramo. Con la instalación de las últimas vigas solo restan trabajos menores en el viaducto y en el firme, que quedará pronto terminado.

En lo que respecta al primer subtramo, en Domaio, los trabajos están centrados en el túnel de Montealegre, según explica la Consellería de Infraestruturas. La obra alcanzó estos días el ritmo máximo previsto por la empresa constructora, Copasa, y la excavación para ampliar el túnel está avanzando a un ritmo de un metro por día. Se prevé que en el mes de febrero termine la excavación. Después se procederá a la impermeabilización del túnel y las demás tareas.