La Xunta amplió ayer a un tercer colegio de Vigo la prohibición de beber agua del grifo al detectar que ésta no es potable en el CEIP Ría de Vigo (Oia), el CEIP San Salvador (Teis) y el CEIP Carrasqueira (Coruxo) mientras que el Concello insistió ayer en que la calidad del agua que sale de la ETAP de O Casal es "óptima" y exigió a la Xunta a que sustituya de inmediato las tuberías del centro educativo Ría de Vigo.

"Estamos haciendo revisiones de las conducciones de agua de los colegios públicos porque dentro de alguno de ellos el agua está peor que fuera y es de sentido común analizar las causas", explicó ayer Abel Caballero, que informó de que técnicos municipales revisaron el pasado 28 de diciembre las conducciones del colegio de Oia y "concluyen que el empeoramiento de la calidad dentro del centro se debe al desprendimiento de las capas interiores de las conducciones así que por lo tanto la solución pasa por la sustitución total de las tuberías" y ello, recordó, compete a la Administración autonómica por lo que anunció que se le remitirá de forma urgente el informe.

El regidor vigués insistió en que los niveles de hierro detectados están por debajo del índice 200 mg/l por lo que el agua es de "óptima calidad en todo Vigo". "Dentro del colegio el agua empeora, es un edificio construido en 1976 al que le fueron haciendo parches, poniendo remiendos... una chapuza", aseveró Caballero, que apuntó que el Concello ya "obligó" en 2011 y 2013 a la Xunta a cambiar las tuberías del CEIP Balaídos y del Josefa Alonso de Matamá.

Por su parte, la portavoz del PP vigués lamentó que "más de mil colegios de tres colegios vigueses" están yendo a clase con agua embotellada y que en el caso del tercer caso conocido, el de Carrasqueira, fue la propia directora quien analizó el agua en un laboratorio privado para comprobar que no era potable. "Eso es extraordinariamente grave. Luego culpará a otros pero ha demostrado una absoluta dejadez y un desprecio increíble hacia la salud de los niños", lamentó Elena Muñoz, que afirmó que Caballero "desprecia" la salud de los vigueses al destinar "solo 500.000 euros a renovar la red de agua potable de los 19 millones presupuestados para las últimas humanizaciones". "Vigo tiene un problema declarado con el agua", aseguró Muñoz, que exige al Concello controles del agua en todos los centros "con carácter urgente".