Ocho años después de que cerrara sus puertas como hospital, el emblemático edificio que Cruz Roja posee entre Teófilo Llorente y Cánovas del Castillo reabre la próxima semana como su nueva sede. Durante la reforma del inmueble, en la que se invirtió más de un millón de euros, se decidió destinar su cuarta planta a acoger refugiados. El centro contará así con 20 plazas para dar asilo a solicitantes y beneficiarios de protección internacional. Se suman así a las otras once que la ONG gestiona en dos pisos en la ciudad, desde agosto de 2016, y las 12 de Vilagarcía, desde marzo de 2017.

Los 793 metros cuadrados de la actual sede de Cruz Roja, en la calle Ecuador, se quedaban pequeños para atender el "importante incremento" de las personas atendidas en la asamblea comarcal en los últimos años. Llega a 12.500 personas al año a través de 6 planes de intervención. En sus nuevas instalaciones, que se presentaron de forma oficial hoy, contarán con más de 2.000 metros cuadrados, reformados de manera integral por la constructora San José con el diseño del estudio de arquitectos Fraga, Quijada y Portolés.

En la planta baja, con frente a Cánovas del Castillo, se mantendrá el centro de día. Otras dos plantas se destinarán a aulas -una para actividades y talleres y otra para formación-. Desde la entrada principal, por Teófilo Llorente, se accede al nivel reservado para el personal y la acogida de nuevos usuarios. La cuarta planta será la que utilizará el programa de asilo y refugio, con habitaciones de dos a cuatro camas y un pequeño estudio. En la quinta, ganado a un bajocubierta, se ha creado un espacio nuevo y diáfano para eventos.