La inopinada aparición de los dinosaurios en la vida de Vigo no parece que vaya a diluirse. Ya está fuera de toda duda que el Dinoseto se ha convertido en un icono de la ciudad, por extraño que pudiese sonar cuando en 2015 se instaló en Rosalía de Castro.

Ahora, la moda de los dinosaurios ha ascendido hasta la cima del monte Alba. Cerca de su cumbre, sobre una roca, alguien ha pintado un grafiti en el que un tiranosaurio, la misma especie que ahora se yergue la Porta do Sol, es el protagonista. La obra, que se ha realizado recientemente, muestra a un dinosaurio un poco más fiero que el arbusto del centro de la ciudad.

El dinosaurio más famoso de Vigo cumplió dos años la pasada primavera. Desde su enigmático aterrizaje en Rosalía de Castro, en mayo de 2015, y su traslado a Porta do Sol un mes después, Dinoseto se ha labrado un lugar en la ciudad: es uno de los puntos que más selfies acapara, protagonizó un Entroido y una carroza de Reyes e incluso se ha colado entre los "puntos de interés" turísticos.