A la espera de que el Consorcio evalúe internamente la repercusión económica del cambio aplicado por Hacienda y explore si existe alguna vía para corregir la nueva metodología que se aplica al Impuesto de Sociedades, Zona Franca de Vigo presentó unas cuentas para 2018 que incluyen una cifra histórica de 51 millones de inversión con la vista puesta en priorizar el desarrollo de nuevo suelo industrial.
El pleno aprobó los presupuestos de este año sin conocer el informe de auditoría de 2016 ni las advertencias de los técnicos sobre la caída del recurso financiero. Sus esfuerzos para la presente anualidad se centran en la ampliación del Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares, la primera fase de urbanización de la Plisan, completar la modernización del polígono de Balaídos y consolidar los buenos resultados de Porto do Molle. En concreto, la entidad duplica este año el presupuesto destinado a nuevo suelo industrial, en gran medida por los 11,8 destinados a pagar las expropiaciones y asistencias técnicas para redactar el proyecto de incidencia supramunicipal de los nuevos 200.000 m2 de Valladares donde está previsto que se pueda instalar IKEA.
La cifra asciende hasta los 51 millones también por el hecho de que hubo que reprogramar dos actuaciones que quedaron sin ejecutar el pasado año: las expropiaciones de La Panificadora -4 millones- y los 5 millones reservados para la Ciudad del Transporte para la que se está buscando una ubicación. 2018 debe ser también el año del desembarco en la ETEA, donde se prevé invertir 6,9 millones hasta el año 2020.
