Las separaciones y divorcios en Vigo se han desplomado por segundo año consecutivo llegando a romper la tradicional barrera de los tres matrimonios disueltos de media al día en la ciudad y situarse en tan solo dos. Al termino de 2017, los Juzgados de Familia registraban 952 procedimientos en materia de rupturas sentimentales -incluidas las parejas de hecho-, la cifra más baja desde 2003, cuando este número apenas superaba el millar. La importante litigiosidad que generan estas salas ya no tiene como epicentro las relaciones de parejas y un año más vuelven a ser los internamientos en centros psiquiátricos o residencias de la tercera e incapacidades los que copan el grueso de estos procedimientos.

Abogados especializados en Familia constatan también este descenso y achacan al factor económico como una de las principales causas. "Primero hubo una caída muy acusada en los años de la crisis, también en el 2013, pero luego si vimos un pequeño repunte pero sin volver a las cifras de una década para atrás. En estos casos tenemos que mirar el tema económico, influye muchísimo porque si ya cuesta sostener a una familiar imagínate dos y el consiguiente divorcio", explica el letrado Carlos Borrás. En este sentido, el jurista apunta también a la caída de bodas -tanto religiosas como civiles- como otro de los factores que favorecen el descenso de las rupturas. "También es cierto que hay menos matrimonios, por lo tanto menos rupturas salvo cuando hay hijos menores en la pareja para regular los convenios de visita o solicitud de medidas", añade Borrás.

Para aquellos casos en los que no existan hijos menores de edad, desde la entrada en vigor de la Ley 15/2015 de 2 de junio de Jurisdicción Voluntaria, los notarios también pueden tramitar los divorcios consensuados.

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¿Y cómo se producen la mayoría de estas rupturas? La vía del mutuo acuerdo sigue siendo la más frecuente. Los cónyuges optan por dejar al lado sus desavenencias y terminar su convivencia y relación de forma amistosa. De esta forma el recorrido judicial de la demanda será mucho más corto y también menos costoso. Esta tendencia la cumplen la gran mayoría de matrimonios; sin embargo en las parejas de hecho los datos son bastante parejos: 148 relaciones se terminaron de mutuo acuerdo mientras que 158 lo hicieron acudiendo a un contencioso, proceso mucho más complejo y traumático para los esposos. "El procedimiento se alarga más y ninguna de las dos partes sale ganando, no favorece a nadie. Nosotros siempre hemos abogado por una separación de mutuo acuerdo", resalta Carlos Borrás. Esta ruptura amistosa no exige la celebración de un juicio y solo se precisa de la presentación de la demanda del divorcio y del convenio regulador para su posterior ratificación por ambos cónyuges y homologación judicial.