La planta de Vigo del Grupo PSA ha extremado las pruebas de rodaje de sus vehículos después de que se hubiesen detectado fallos en algunas motorizaciones tricilíndricas, según ha podido saber FARO. Se trata de un problema de fabricación de los motores que afecta a varias factorías de la multinacional francesa, no solo a Balaídos, que habría tenido que recurrir al transporte aéreo de componentes de mecánica para sustituir los elementos defectuosos y no perjudicar a la producción, según fuentes sindicales.

Este problema ha obligado a PSA-Vigo a redoblar las pruebas de carretera para descartar posibles fallos -sobre todo en carreteras con cierta pendiente- y garantizar la calidad de los modelos de Balaídos, según indicaron fuentes sindicales, sin concretar más detalles.

El centro vigués retomará la actividad tras el parón navideño en el turno de noche de hoy, aunque el grueso de la plantilla se incorporará mañana jueves. La planta ha planificado un primer semestre intenso en cuanto a actividad, lo que permitirá la puesta en marcha de un cuarto turno de trabajo a finales de mayo, impulsada por el éxito de ventas de las actuales furgonetas Berlingo y Partner. Este 4º equipo de fin de semana estará compuesto por unos 900 empleados, cuya contratación arranca ya este mes con la entrada de los primeros 135 efectivos.

Para el segundo semestre del año está prevista la producción en serie de la próxima generación de comerciales ligeros, los K9, que ahora se ensamblan en fase de pruebas. Balaídos retuvo en 2017 la corona como primera planta del grupo en producción, con 435.000 unidades, por delante de Sochaux.