Vigo ya tiene presupuesto para 2018. Histórico, por sus más de 256 millones, y el undécimo consecutivo que el gobierno local saca adelante "en tiempo y forma", como destacó el alcalde, Abel Caballero. Fue aprobado de forma definitiva con los votos del PSOE. PP y Marea de Vigo se posicionaron en contra.

El concejal de Hacienda, Jaime Aneiros, subrayó el "carácter social e inversor" de las cuentas en las que -dijo- "se dedican todos los recursos a satisfacer necesidades de los ciudadanos" y a avanzar en "la mejora de la ciudad". Resaltó la partida destinada a política social, un 4,2% superior a la de 2017, con 4 millones para el servicio de ayuda en el hogar o 1,8 para becas de comedor y libros, entre otras.

Sobre las inversiones, de 34 millones de euros, puso el acento en la futura humanización de Gran Vía, la remodelación de Porta do Sol o los ascensores contemplados en el programa "Vigo Vertical". También aludió al incremento del 5,83% en los fondos destinados a educación o del 31% en lo que respecta a la partida destinada al deporte. Todo ello -subrayó Aneiros- "exclusivamente con fondos propios" y "con la presión fiscal más baja de Galicia".

El concejal del PP Miguel Fidalgo -grupo que presentó 30 enmiendas, todas ellas rechazadas- censuró que Aneiros dedicase su intervención a "darse golpes en el pecho" y criticó que no son unas cuentas "realistas" y que el alcalde no tiene un proyecto de ciudad. También lamentó que "pasaran el rodillo" con las alegaciones y que Vigo es el Ayuntamiento de Galicia con los impuestos "más elevados".

El portavoz de Marea, Rubén Pérez, recriminó la escasa participación ciudadana en la elaboración del documento y exigió un "un mecanismo" que permita a los distintos colectivos realizar alegaciones de forma efectiva. Criticó también partidas que no son de competencia municipal como las ayudas a líneas aéreas o las becas de inglés.