El vuelo entre Vigo y Lisboa se consolida como el de mayor peso del Noroeste español y continúa cogiendo altura de forma imparable. En solo un año de vida la ruta de TAP Express no sólo ha logrado rebasar a las históricas de A Coruña y Asturias, sino que está registrando un crecimiento de la demanda superior al 60% durante su segundo ejercicio operativa. Entre julio y noviembre de este año (la conexión se estrenó en julio de 2016) han utilizado este enlace una media de 1.200 personas más al mes que el año pasado, situándose ya como la ruta internacional que más viajeros mueve en el aeropuerto de Vigo (es también la única que funciona todo el año) y la tercera en importancia tras Madrid y Barcelona.

El enlace despegó en julio de 2016 con ocupaciones muy modestas; incluso con aviones por debajo del 50% durante meses. Pero varios cambios introducidos por la aerolínea, como la mejora de horarios para permitir que sus clientes conectaran con más destinos de su red en la terminal de Lisboa, fueron claves para hacer "despertar" la demanda. En su primer mes operativa, y pese a las campañas y los precios promocionales de lanzamiento, había conseguido solo 2.117 pasajeros. Una año después, fueron ya más de 3.700. Algo similar ocurrió en los meses sucesivos. Pese a ser los de la temporada de verano, cuando mayor número de movimientos se registran, en 2016 nunca logró alcanzar los 2.000 viajeros al mes. Pero en 2017 no solo rebasó esta cifra, sino que llegó a rozar incluso los 4.000: en agosto tuvo 3.949; en septiembre, 3.128; en octubre, 2.835 y en noviembre, 2.115.

Si se compara con las otras dos terminales del Noroeste español donde también se opera esta conexión, A Coruña y Asturias, la brecha es cada vez mayor. Y eso que en Alvedro lleva funcionando desde el año 2001; y en la comunidad vecina, desde 2014. En lo que va de 2017 la ruta olívica roza los 30.000 viajeros, cifra por encima de la que cerrará el año. La asturiana contabiliza casi 27.000 y la herculina, solo 23.000.

"Los vigueses están respondiendo a la apuesta que hemos realizado", destacaba el pasado mes de octubre la directora de ventas en España de TAP Express, Concepción Sánchez. Y aunque la responsable de la aerolínea aseguró entonces que la compañía estaba ya estudiando la posibilidad de poner un segundo vuelo diario, por el momento la programación para la presente temporada de invierno y para la próxima de verano se mantiene con un avión de 70 plazas en cada sentido.

Pero el buen funcionamiento de la ruta Vigo-Lisboa, por la que TAP Express no recibe apoyo público alguno, no solo se mide en términos globales de demanda. Sino que también el perfil de viajero comienza a adaptarse cada vez más a lo que persigue la aerolínea, que son aquellos que vuelan en conexión hacia otro destinos de su red. Según los últimos datos hechos públicos por la compañía, en torno a un 60% es tráfico de conexión. Un porcentaje que les permite cumplir uno de sus objetivos: alimentar su hub de Portela en los enlaces de medio y largo radio, tanto europeos como hacia y desde África o América. De hecho, la responsable de ventas llegó a abrir la puerta a poner en funcionamiento en algún momento rutas estivales desde Vigo como Faro o Funchal.

Gobierno luso

El aterrizaje en Vigo de TAP no estuvo exento de polémica. El alcalde de Oporto, Rui Moreira, criticó duramente la decisión alegando que supondría la pérdida de viajeros de su terminal en favor de la olívica. Además, la compañía había realizado otros recortes en Sá Carneiro. Sin embargo, año y medio después, esta situación podría cambiar en favor de la terminal portuense. Y es que el propio Gobierno luso, en palabras de su Secretario de Estado de Infraestructuras, Guilherme D'Oliveira, estaría negociando con TAP para reactivar varias rutas. Entre ellas, según pudo saber este periódico, estarían la de Barcelona, Londres, Milán y Ponta Delgada.