El Hospital Povisa da por concluido el proceso de modernización y reforma de toda su área quirúrgica con la puesta en marcha de un nuevo quirófano híbrido de última generación.

Esta nueva sala se convierte en la número 11 de las 13 con las que cuenta el hospital y está dotado con un arco quirúrgico de altas prestaciones para efectuar pruebas radiológicas de alta calidad mientras se llevan a cabo las intervenciones. Este arco genera un número de imágenes muy elevado, que permite, por ejemplo, realizar arteriografías en el mismo momento de la intervención. También permite sustraer imágenes del conjunto para concentrarlas en el punto preciso donde opera el cirujano. Esto facilita enormemente las operaciones de neurocirugía o de cirugía vascular avanzada intravascular y extravascular, es decir, cuando se interviene la arteria o vena desde el exterior o a través de la propia vía, como ocurre en algunas cirugías de extrema gravedad como los aneurismas o las roturas aórticas.

La puesta en marcha del quirófano número 11, híbrido y adaptado a las necesidades del hospital, supone la culminación de una reforma integral del área quirúrgica que se ha prolongado durante dos años, pues los trabajos se han llevado a cabo en áreas de baja actividad para evitar que interfiriesen en el ritmo habitual de intervenciones. La reforma ha incluido la utilización de mesas quirúrgicas de última generación, pinturas y materiales vinílicos especiales, climatización, renovación de las tomas de gases y del cambio de todas las lámparas quirúrgicas, lo que ha redundado en la mejora de la calidad de la luz y de la eficiencia energética. En Povisa se realizaron en 2016 más de 22.600 intervenciones quirúrgicas.