Desde que el alcalde Abel Caballero encendió el alumbrado navideño el pasado 25 de noviembre, el centro de la ciudad se ha visto colapsado en multitud de ocasiones por la presencia de miles de personas. Muchos son vigueses, pero la urbe ha recibido a centenares de visitantes procedentes de otros rincones del país. "Las luces de Navidad tienen un tirón brutal. Parece una tontería pero muchas familias han escogido Vigo como lugar para pasar unos días por la atracción del alumbrado", apunta Jaime Pereira, presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi). Además, el hecho de que apenas haya precipitaciones también anima a los turistas a pasar estas fechas en la urbe. "El pasado puente de diciembre tuvimos unos datos muy buenos para esta época del año y sé que muchos de los huéspedes vinieron impulsados por el buen tiempo", asegura Pereira.

El sector más beneficiado por las luces de Navidad es el de los hosteleros. Algunos establecimientos han conseguido recaudaciones "históricas" en las últimas semanas. "Hay muchísima gente en la calle y eso se nota en la venta de consumiciones", anota Itos Domínguez, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros Vigo Vello, quien espera que el buen momento se alargue durante todas las fiestas. "Es un impulso importantísimo", sentencia.