Los brindis familiares, en los que se estrenan muchos adolescentes; las fiestas de jóvenes, que buscan el "efecto droga" con gran ingesta de alcohol; las comidas y cenas de empresa, que ponen a prueba a las personas con problemas de alcoholismo; la nostalgia de los mayores solos, que se acrecienta por estas fechas... La Unidad Asistencial de Tratamiento al Alcoholismo de Vigo (Asvidal) -integrada funcionalmente en el Sergas- advierte de que la Navidad es una de las épocas del año de con mayores riesgos para la adicción al alcohol. Reclama a la Administración adecuadas campañas de prevención y que Sanidade ponga en marcha en las urgencias de los hospitales el protocolo integral de detección de consumos inadecuados en el que han estado trabajando.

Tras más de 30 años lidiando con esta adicción, la Navidad le provoca "miedo" en esta entidad, cuenta su directora y psicóloga clínica, Carmen Guimeráns. Los riesgos para cada grupo de edad son diferentes. Uno de los colectivos que más les preocupa en estas fechas son los jóvenes, menores de 35 años. "Los patrones de consumo están cambiando, antes consumían todos los días; hoy, se abstienen toda la semana y el día de fiesta ingieren enormes cantidades para un "efecto droga", describe. "Para los usuarios jóvenes con los que trabajamos, la abstinencia supone no salir en fin de año", lamenta y añade: "Lo raro es encontrar quien sale a divertirse sin alcohol".

No cuentan con datos, pero saben que se están produciendo cada vez más atenciones en urgencias. Advierten de que no solo se trata de las intoxicaciones etílicas, sino que el alcohol también está detrás de reyertas que acaban en lesiones o de relaciones sin precauciones que llevan a solicitar la píldora del día después. Por ello, piden que se active un protocolo integral adecuado para detectar cuando un menor acude con un caso vinculado directa o indirectamente con la bebida. "Hay que detenerlo en su inicio", sostiene Guimeráns.

Las reuniones de empresas y las comidas con amigos son los mayores retos para las personas de mediana edad con problemas con el alcohol. "Es muy difícil acudir sin beber; se excusan con que están con una medicación, pero les insisten con que 'Por un día...'", relata. Así, enero se lleva el título de "el mes de las recaídas". Tampoco se olvida de los que todavía cometen la temeridad de ponerse al volante después de beber.

Los mayores de 70 años con esta adicción son uno de los grupos que más está creciendo en la unidad. "Antes no acudían porque la red familiar era más extensa", atribuye. Son los médicos de familia los que los derivan al detectar el problema. Es un grupo complicado porque son "jubilados, tienen mucho tiempo libre, viven solos, con pensiones pequeñas y muchos sufren pobreza energética". "No quieren ni celebrar la Navidad, les provoca mucha ansiedad y, si se reúnen con los familiares, les incitan a la copa", explica.

Por todo ello, desde Asvidal advierten de que, en Navidad, hace falta mucha más concienciación sobre los problemas que puede provocar el alcohol y consideran que el cambio de actitud y las medidas deben empezar por los hogares.

A las Administraciones, además de la activación del protocolo para detectar consumos inadecuados en menores, reclama campañas de prevención para la población y mayores redes de apoyo y recursos para atender a los mayores solos. También anima a las empresas a que asuman su responsabilidad en la promoción de hábitos de vida saludable y en la mejora de la calidad de vida de sus trabajadores.