La falta de autorización para que Air Europa Express pueda aterrizar en Vigo y en el resto de aeropuertos españoles en condiciones de baja visibilidad ha afectado ya este año a más de 5.000 pasajeros. Según ha podido saber este periódico, en torno a una treintena de aviones que tenían que tomar tierra en Peinador se vieron obligados desde enero a variar el rumbo al haber niebla en Cotogrande y carecer la aerolínea del permiso de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para que sus pilotos puedan hacer uso de las ayudas instrumentales. Estos desvíos produjeron otras tantas cancelaciones de los aviones que debían salir luego de Peinador y cuyos viajeros fueron enviados en autobús a Lavacolla o Alvedro; o reubicados en aviones posteriores para poder llegar a Madrid.
Como adelantó este periódico, Air Europa Express -filial de bajo coste que se creó en 2016 y que cogió el testigo de su matriz en la ruta Vigo-Madrid en diciembre de ese año- solicitó la autorización y presentó la documentación a AESA en enero de 2017 para poder operar en condiciones de baja visibilidad. Casi un año después todavía no se le expidió el permiso. Fuentes oficiales de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea insinuaron ayer que el proceso se ha retrasado por cuestiones referentes a la aerolínea (lo habitual es que este proceso se resuelva en seis meses como máximo). "AESA está esperando que Air Europa Express le entregue documentación que falta", aseguraron sin entrar en más aclaraciones.
La compañía, sin embargo, garantizó a este periódico que está todo entregado. "A día de hoy toda la documentación está presentada", remarcaron. Además, fuentes oficiales de la aerolínea hicieron hincapié en que la referente a la solicitud para poder aterrizar con la denominada categoría II que permite a los pilotos utilizar el sistema antiniebla cuando la visibilidad es mayor a 300 metros se entregó ya en enero y que estaría correcta. "Estamos pendientes de una respuesta que creemos que será inminente", agregan sin entrar en valoraciones sobre el retraso en la tramitación.
Pero mientras este permiso no llega, la aerolínea también está sufriendo las consecuencias de tener que desviar sus aviones y afrontar los sobrecostes de las cancelaciones, atención a pasajeros, reorganización de tripulaciones y un largo etcétera de gastos extra. De hecho, y para minimizar este problema, está día a día tratando de reorganizar su flota y enviando a Vigo aviones de su matriz que sí tienen autorización para operar con baja visibilidad. Esto mismo se hizo ayer con prácticamente todos los vuelos debido al mal tiempo en Peinador. Pero estos cambios no siempre son posibles, ya que dependen de la disponibilidad de naves.
Pero los más afectados son los viajeros, miles de los cuales han visto - y siguen amenazados- como sus aviones acabaron en Santiago, A Coruña e incluso de vuelta en Madrid (como la semana pasada) acumulando retrasos considerables y, en muchos casos, perdiendo conexiones que debían tomar en Barajas hacia otras ciudades.
