Las elecciones están a la vuelta de la esquina y el rector Salustiano Mato aprovechó su informe anual ante el Claustro para defender la gestión de su equipo de gobierno durante los últimos 8 años. La sesión, que destacó por su escasa asistencia, finalizó pasadas las dos de la tarde con apenas una veintena de miembros de los 210 que constituyen este órgano universitario de representación y control.

La oposición denunció la ausencia de debate y la judicialización de conflictos, reclamando datos sobre los procesos en marcha y el coste que suponen para la institución. Las preguntas dirigidas a Mato sobre la denuncia presentada ante los tribunales por 12 profesores contra una convocatoria de plazas de catedrático provocaron momentos de tensión entre el aludido y uno de los querellantes. El rector negó que un proceso pendiente de sentencia pueda ser abordado en un claustro y rechazó las críticas vertidas contra la asesoría jurídica, defendiendo su profesionalidad e "independencia".

Respecto a los logros de su mandato, Mato destacó que la investigación y la transferencia actuaron como "palanca fundamental" para la consecución de ingresos frente a los recortes infligidos por Gobierno central y Xunta desde 2010. De hecho, la Universidad finalizará este año con más de 30 millones de euros captados a través de proyectos y contratos de I+D con instituciones y empresas, "un 60% más que en 2015".

Este esfuerzo, destacó Mato, ya supone más del 40% del presupuesto total para 2017 que, tal y como ayer adelantó FARO, ascenderá un 4,37% llegando a los 172 millones de euros, el más alto desde 2011 y también del actual equipo de gobierno.

En su intervención, el rector se refirió a la estrategia de especialización de los campus como "un avance histórico para el futuro de la Universidad" y destacó el ajuste entre la demanda y la oferta de plazas, subrayando el caso de Ourense, donde el porcentaje de ocupación es del 101% y el 45% de los matriculados proceden de otras provincias. "No existen los campus periféricos", defendió.

El vicerrector de Economía, José Manuel García Vázquez, expuso ante los claustrales las principales líneas de ejecución del presupuesto, destacando que la universidad, gracias a la contención del gasto y su éxito en la captación de fondos de I+D, se mantiene sin déficit desde 2012, "sin necesidad de recurrir a deuda bancaria", y cerrará este año con un superávit "de entre 1 y 1,5 millones de euros".

El vicerrector volvió a cargar contra el actual plan de financiación universitario de la Xunta por su carácter "regresivo" en el reparto de fondos por resultados, que ha experimentado una "drástica" reducción. "Vuelve en gran medida al café para todos con más café para el que es más grande", criticó en clara referencia a la universidad compostelana.

García Vázquez destacó el aumento de la partida viguesa destinada a sufragar los gastos de personal en un 5,28%. "Es difícil encontrar ya no solo universidades sino instituciones en España con incrementos de este calibre", apuntó.

El exrector Manuel Reigosa volvió a ejercer como portavoz de la oposición y, aunque mostró su acuerdo con la programación económica, recriminó al gobierno de Mato la falta de debate en el Claustro. Incluso ironizó con la posibilidad de no ser tan eficientes puesto que la mala gestión de otras universidades es solventada por la Xunta.

Por su parte, los profesores Rafael Vallejo y Adela Sánchez Moreiras pusieron sobre la mesa los conflictos judiciales que mantiene la institución frente al "autobombo" de Mato y se interesaron por el número de litigios y su coste. Sobre esta cuestión, el vicerrector García Vázquez respondió que la asesoría jurídica se ocupa del 98% de las cuestiones, por lo que se trata de un "gasto estructural asumible".

Sánchez Moreiras lamentó la "dejadez" del equipo de gobierno al convocar al Claustro solo una vez al año cuando "prometió" convertirlo en espacio de intercambio y propuso que la asesoría jurídica o a la gerencia sean auditadas a igual que lo son los docentes.