Por tercer día consecutivo, las Urgencias del Álvaro Cunqueiro amanecieron ayer con un buen número de pacientes pendientes de ingreso. Empezaron con dieciséis y llegaron a rozar la veintena, pero los traslados a planta cogieron ritmo y la saturación en el servicio logró aliviarse a lo largo del día, aunque la carga sigue siendo alta. El Sergas reconoce que el pico de demanda "no fue grande" para tratarse de un puente, pero subraya que sí lo fue el porcentaje de los que requirieron hospitalización. Entraron más y salieron menos, ya que las altas se demoraron por los descansos por festivos del personal. Tres días laborables se han necesitado para "normalizar" la situación.

El servicio volvió en la jornada del martes -la última de la que se tienen datos oficiales- a un nivel de visitas de pacientes en la media de todo el año -342, solo 7 por encima- y el porcentaje de ingreso, aunque superior a los habitual -15%- fue menor que en días pasados. Se quedó en un 21%. Aún así, la jornada de ayer empezó con 16 pacientes aguardando por una cama. De todos modos, es una mejora progresiva con respecto a los 34 con los que inició el lunes o los 27 del martes.

El Sergas, a través de un comunicado, resaltó que el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) "garantiza la asistencia adecuada a todos los pacientes". Asegura que desde la Gerencia del área sanitaria de Vigo se mantiene "un seguimiento constante de la evolución y frecuentación de las Urgencias para, en el caso de registrarse un repunte de actividad, proceder de forma inmediata a la adopción de las medidas necesarias". A lo largo del puente, reabrieron la planta sexta del Meixoeiro -60 camas- e hicieron dobles treinta habitaciones en el Cunqueiro. El lunes añadieron otras diez y el martes, lo mismo. Aún así, las demoras de más de 24 horas por una cama se mantuvieron hasta el martes. Ayer ya se agilizaron estos traslados y se volvieron a retirar 30 supletorias.

La Dirección del Chuvi insiste en que no es por falta de camas. "La dotación es la mejor de Galicia y aporta capacidad de ampliar recursos cuando es necesario", afirma. Pero defiende la estrategia de habilitarlas a medida que se genera la demanda, no antes, porque "si tienes camas de más, se ocupan". De ahí que la capacidad disponible siempre vaya ajustada. El Sergas puntualiza que está dimensionada para "un 20% por encima del valor medio". En puentes como el que acaba de pasar y, más aún, en invierno, los picos suelen superar este margen.

Entonces, ¿las demoras se deben a la falta de agilidad a la hora de abrir estas camas o habilitar supletorias? Según el Sergas, no. Las atribuye, por un lado, a que tratan de agrupar a los enfermos en las especialidades a las que corresponde su patología y no ubicarlos en la primera que queda libre, para facilitar la atención por parte de sanitarios especializados. Y por otro, a que los pacientes tardan en dejar sus habitaciones desde que se les da el alta. Anuncian medidas encaminadas a concienciar a estas personas y la colocación de sillas y mesas en zonas comunes de las plantas, para que esperen fuera de la habitación a que los recojan.

Sanidade ha fijado a los hospitales un límite máximo de cinco horas de media para ingresar a los paciente desde Urgencias. En el Chuvi aseguran que lo cumplen, aunque admiten que estos últimos días no. En Cardiología, un paciente llegó a estar 51 horas. El Sergas justifica que fue para mantenerlo controlado por telemetría, ya que las 30 camas dotadas con este sistema de las 46 de Cardiología, estaban ocupadas. Proponen revisar los criterios para el uso de esta tecnología. Reconocen otro problema en Traumatología, donde los pacientes con fracturas en cadera esperan en Reanimación o Urgencias a que los lleven directamente a quirófano.