A igual que el rector, el presidente del Tribunal de Garantías presentó su informe de 2016 en un momento "de final de trayecto" ante la inminencia de las elecciones. Argimiro Rojo aludió a la escasa presencia de claustrales -"Servidumbres de actuar a última hora", bromeó- y fue el único que cosechó aplausos entre los asistentes, algunos de los cuales tomaron la palabra para destacar su labor.

El balance del Tribunal ratifica el descenso de expedientes desde 2014. El año pasado, se tramitaron un total de 25 y la mayoría de ellos -un 70%- implicaron a estudiantes con conflictos por la revisión de notas, títulos a extinguir o evaluación curricular.

Rojo destacó que uno de los expedientes abordó un caso de acoso escolar por parte de dos alumnos a un tercero e instó a la Universidad a mantenerse "vigilante" ante esta "plaga". También exigió la elaboración de un protocolo específico tras mostrar su "sorpresa" por que sí existe para el acoso sexual y el laboral.

Y a tenor de los comentarios trasladados al Tribunal por el colectivo docente, el defensor universitario también mostró su preocupación por el incremento del uso de nuevas tecnologías, que "da lugar a casos de plagio, acoso e indisciplina en las aulas".

Mostró además su confianza en que los nuevos estatutos, que se presentarán al Claustro el 18 de enero, mejoren la tramitación de la revisión de notas, ayuden a clarificar la metodología evaluadora y "fortalezcan" la figura de esta institución que constituye "un observador imparcial e insobornable".

La nueva relación de puestos de trabajo, que supuso traslados para el 80% del PAS, también fue abordada por Rojo, que lamentó la falta de acuerdo y su judicialización. Sobre este punto, el presidente de la junta de personal, Xoán Cebro, pidió el agradecimiento expreso del rector, que así lo hizo constar.